Fotografía recuperada por René Alberto Magaña |
En una exposición se exhibía la fotografía de una mujer, tez morena, cabello largo, una falda pronunciada y clara. La fotografía en colores sepias, carente de colores tenía una breve descripción: Chontal. Pueblo de Olcuatiltán. Municipio de Nacajuca. Estado de Tabasco.
Una de las cosas más
llamativas era el carente uso de ropa que le cubriera el torso, debido a que
por mucho tiempo se ha creído en una vestimenta “típica del estado”. Esta supuesta
vestimenta comprende el uso de pantalones de manta (o calzones) y camisa del
mismo material para los hombres, y las enaguas o faldas floreadas con blusas
bordadas para las mujeres. Incluso si preguntáramos hoy a casi cualquier persona
sobre la vestimenta tradicional de las mujeres chontales (yokoixikjo’) responderían
lo mismo.
Vestimenta de una
yokoixik
Sin embargo, tanto esta fotografía como preguntas correctas a personas adecuadas (personas mayores
originarios de la zona), nos dirían mucho más. Lo primero que podemos afirmar
es que el uso de las faldas largas era lo más común, las cuales con normalidad
eran elaboradas por ellas mismas. Éstas estaban recogidas de forma que formaban
pliegues, la tela era seleccionada de forma indistinta.
Algunos cuentan cómo las
señoras pasaban por el camino sólo vistiendo con sus faldas. Pero cuando iban al
centro del municipio (donde las personas no son indígenas) sí se cubrían con
alguna blusa. Por otra parte, muchas de las personas entrevistadas mencionan
que no mantuvieron mucho contacto con ellas porque fue en su infancia, mientras
que dichas mujeres ya eran personas de una edad avanzada.
Al pasar el tiempo, con
la introducción de la alfabetización por parte del gobierno mexicano y la alta
estigmatización sobre lo indígena por parte de los ladinos (no indígenas)
generó que aspectos normales de las yokoixikjo’ como lo es su vestimenta fueran
abandonados para escalar social y económicamente.
Algunos cuentan cómo las últimas
personas en utilizar esta vestimenta fueron socialmente presionados a utilizar
camisas que les cubriesen el torso, aún cuando su uso les pareciera muy extraño
e incómodo, incluso vergonzoso. Algunos se aferraron a su costumbre, pero otros
tuvieron que hacerse a una nueva costumbre.
Pero es cierto es que el
efecto sí fue determinante en las nuevas generaciones, las cuales adoptaron las
nuevas prácticas y estándares en la indumentaria. Así, poco a poco, ver a una
mujer indígena chontal vestir como aquella mujer en la fotografía no sólo
se convirtió en algo raro, sino además en motivo de burla, censura,
estigmatización y señalamiento, como lo haría cualquier otro ladino.
Vestimenta de una ixik
Hoy en día, los efectos
de la introducción de pensamientos externos en las comunidades se pueden
observar de forma notoria. Al pasar por los caminos y mirar a las mujeres,
podemos verlas vestidas con una blusa de alguna marca, con una falda, pantalón de
alguna tienda nacional o trasnacional.
La idea de cómo puede una mujer vestir se ha transformado tanto desde los 80, cuando se abandona totalmente la vestimenta tradicional. Y se ha transformado en una idea donde es demasiado importante censurar el torso femenino a toda costa.
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