Día de
la fertilidad en la Antigua Roma
De acuerdo con el artículo de Antigua Roma al día, El verdadero origen del San Valentín, en el mundo romano existía una festividad que mezclaba elementos pastoriles dedicados a la purificación del espíritu: se trata de la lupercalia. Esta festividad era de las más arcáicas y exóticas que podían contemplarse en ese entonces. Consistía en el sacrificio de cabras y perros realizado por dos grupos de jóvenes, llamados lupercos.
Una vez desollados los animales, esta
agrupación se cubría solo por las pieles de las víctimas y armados con látigos
fabricados con el mismo material, corrían por el centro de Roma azotando todo
lo que encontraran a su paso. La multitud que les recibía aceptaba recibir
latigazos, ya que era símbolo de purificación
y fertilidad para las mujeres. En el año 495 el Papa Gelasio I prohibió
aquella fiesta pagana.
Néstor
F. Marqués, autor del artículo, menciona que la festividad del Día de los
enamorados no tiene relación alguna con el amor (en cuanto a historia se
refiere) y que la asociación de ambos conceptos pudo darse en la Edad Media,
tomando en cuenta la referencia más antigua que se conserva sobre San Valentín
y el amor: en el poema The Parlament of Foules
(El parlamento de las aves), escrito entre los años 1381 y 1383 por el
poeta inglés Geoffrey Chaucer. De ahí en adelante, la idea de asociar a San
Valentín con el amor para celebrar una fiesta en honor de los enamorados fue
expandiéndose a lo largo de los siglos hasta la actualidad.
La
leyenda de Valentín
Un
artículo publicado por Excélsior narra esta historia. Se remonta al siglo III, donde un sacerdote de nombre
Valentín se opuso a la orden del emperador Claudio II, quien prohibió por
completo los matrimonios para los jóvenes, considerando que los solteros sin
familia ni responsabilidades ajenas al ejército eran mejores soldados, porque
tenían menos ataduras y vínculos sentimentales.
El sacerdote, opuesto al decreto del emperador, comenzó a casarlos en secreto (de
ahí que San Valentín sea el patrón de los enamorados).
Cuando Claudio II fue notificado de este acto de rebeldía, sentenció a muerte a Valentín
el 14 de febrero del año 270, alegando desobediencia. Poco después el Papa
Gelasio I lo volvió santo.
¿Fiesta
cristiana o celebración social?
La
conocida historia de San Valentín se remonta a cientos de años atrás y se
encuentra en no más que una leyenda, tal es así que la propia iglesia albergó
dudas sobre la veracidad histórica de estos hechos, por lo que la festividad
fue eliminada del calendario eclesiástico en 1969, en un intento de la iglesia
católica de eliminar del santoral a los santos de origen legendario.
Consumismo
en el Día de los enamorados
Según
Educrea,
la tradición de intercambiar postales con mensajes de amor comenzó durante
el siglo XIX en los países anglosajones. Poco después se adaptó también la
costumbre de obsequiar a la pareja otros regalos como rosas, bombones y joyas.
En
el siglo XX el comercio y la publicidad alentaron el patronazgo de la figura de
San Valentín sobre los que estaban “tocados por las flechas de cupido” y lo
aprovecharon para convertir el 14 de febrero en una fecha ideal para aumentar
sus ventas.
La
primera reseña que existe de la comercialización de esta festividad es de la
norteamericana Esther A. Howland
como la precursora de la venta de tarjetas de regalo con mensajes y dibujos
románticos que ideó y llevó a cabo a mediados de la década de 1840. Ella los
vendía por unos centavos en la libería de su padre en Worchester, Massachusetts, y resultaron todo un éxito.
Sin
importar el origen, el 14 de febrero está señalado en los calendarios de
millones de parejas como una fecha para dar y recibir regalos y, sobre todo,
celebrar el amor.
¡Felíz día del amor y la amistad! (:
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