Emiliano Zapata Salazar nace en Morelos, en las tierras de un pueblo llamado San Miguel Anenenuilco, criado por campesinos. Tuvo que enfrentarse al campo, tras abandonar sus estudios en apoyo a su familia. Desde su juventud pudo notar las injusticias en contra de los campesinos por parte del gobierno de Díaz, visión que años más tarde lo llevaría a ser la voz de lucha de la familia campesina y sus derechos.
En el año de 1909; tres años después de ser castigado tras una reunión en Cuautla sobre la defensa de las tierras del pueblo, Zapata comenzaría su lucha siendo presidente, en su pueblo natal, de la Junta de Defensa de las Tierras de Anenenuilco. Pasaría poco para que las autoridades lo viesen como una amenaza por lo que mandaron a aprehenderlo.
Zapata estaba a favor del Plan de San Luis, movimiento maderista que entre sus premisas incluía la lucha agraria, sin embargo, al final de ésta, no se vio realmente un cambio que favoreciera a este sector, por lo que más tarde proclama el Plan de Ayala, tomando Yautepec, Cuautla y Cuernavaca. En él se llamaba a los campesinos a tomar armas para recuperar sus tierras.
En contra de él: el porfirista Juvencio Robles, que después sería reemplazado, como Madero ordenó, por Felipe Ángeles. Más tarde, tras el asesinato de Madero, Huerta intentaría generar un acuerdo con el caudillo, pero sus esfuerzos serían nulos y Zapata continuaría en contra de cualquiera que no diese una solución a las demandas agrarias, con el emblemático lema: “Tierra y Libertad” mismo que expandiría su influencia a lo largo de los estados de Tlaxcala, Puebla y Guerrero.
Tras la Convención de Aguascalientes, la lucha continuó por el centro y sur del país, y con la derrota de los villistas encabezada por Álvaro Obregón, el punto de apoyo zapatista se tambaleó. El Caudillo tomó la decisión de hacer una guerra de guerrillas desde 1918 y un año más tarde, el 10 de abril Zapata sería emboscado tras un intento de alianza con un militar que afirmaba perseguir los mismos ideales que él.
“La Revolución mexicana perdió a uno de los principales representantes del carácter social de la misma”, considera el historiador Sinuhé Mateos Ríos, académico de una escuela secundaria en Iztapalapa. “ Cuando los campesinos están organizados, él se convierte en un elemento icónico e ideológico, pues la mayoría de las organizaciones campesinas retoman su imagen, sus ideas e incluso ambas”.
¿Se podría considerar, entonces al Caudillo como un héroe del pueblo? Ante este cuestionamiento el historiador considera que: “Si se considera pueblo al porcentaje más alto de la población, que se encuentra en condiciones de precariedad, Zapata – bajo mi punto de vista- representa con mucho la idea de héroe, pues con sus actos demostró su valor y su pertenencia a los campesinos que él encabezaba, dando pruebas de lealtad y honestidad”
Fuentes: Tapia, Mario. 101 héroes en la historia de México (2008), Randon House, México D.F.
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