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Violencia y desempleo: esto es lo que enfrentan las personas de la tercera edad

Foto: Ilustraciones

En México, al llegar a la edad de 60 años te conviertes en un ciudadano perteneciente a la tercera edad, un ciudadano que ya es rechazado por la bolsa de trabajo mexicana y que probablemente padece o padecerá enfermedades genéricas. Si eres derechohabiente a una pensión puedes descansar un poco en el sentido económico, pero si tu caso es el contrario muchas veces debes trabajar para vivir una vejez digna.

Hoy en día, la probabilidad de que una persona de la tercera edad consiga trabajo es prácticamente nula, pues aún contando con los estudios y las capacidades para lograr un buen desempeño laboral las empresas suelen rechazarlos. 

Al no tener una fuente de ingresos fija, las posibilidades de mantenerse económicamente se vuelven escasas y al agotar las oportunidades laborales las personas de edades avanzadas recurren al comercio informal; sin embargo, esta no es una gran fuente de ingresos, ya que al no contar con la seguridad de un sueldo fijo tampoco es seguro llegar con dinero a casa para mantenerse.

Otro factor que desgraciadamente afecta la economía de este sector de la población, son los gastos que generalmente tiene un adulto mayor, ya que como cualquier otra persona, debe satisfacer sus necesidades básicas e incluso costear un gasto médico mayor al de una persona de menor edad.


Foto: Montesalud

La violencia también tiene lugar en la vejez


Según el gobierno de México, el maltrato de las personas mayores constituye un problema social que afecta la salud y los derechos humanos de millones de personas mayores en todo el mundo. De acuerdo con datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), uno de cada seis ancianos a nivel mundial sufre de algún tipo de abuso.

Puede adoptar diversas formas que van del maltrato físico, psíquico, emocional o sexual, hasta el abuso de confianza en cuestiones económicas; el maltrato de los ancianos más generalizado es el psicológico, el cual se manifiesta por medio de insultos, humillaciones e incluso restricciones para convivir con sus familias. 

Respecto al abuso psicológico el cuidador (quien generalmente es un familiar o una persona responsable de su cuidado) podría insultar, amenazar, humillar o acosar al adulto mayor a través de palabras o acciones. Es probable también que lo ignore o lo aísle de sus familiares, amigos o sus actividades cotidianas.


Diferencia de género en la vejez


La falta de recursos económicos y de prestaciones laborales ha hecho que la población adulta mayor siga inmersa en el mercado de trabajo a edades cada vez más avanzadas, cumplir 60 años o más no significa que la población se retire o deje de realizar algún trabajo para su sustento. Y es así como también en este tipo de situaciones sigue existiendo la diferencia de género. Las mujeres no sólo participan de manera distinta a los hombres en las actividades económicas, sino que las condiciones bajo las cuales llevan a cabo su trabajo suelen ser desiguales. 

Igualmente, surgen distintas actitudes machistas, como el que la mujer sólo pueda atender el hogar y no salir a buscar dinero para lograr tener ingresos más altos o incluso en el campo laboral informal, pues es más visto que una mujer se dedique a “trabajos de mujeres” que a calificar para desempeñar cualquier labor.


Ansias de aprender


Los adultos mayores que se encuentran en el mercado de trabajo lo hacen principalmente, por necesidad económica pero también habrá quienes incluso con esa necesidad resuelta se sentirán con ganas de trabajar o aprender algún oficio. Cerca de 46.7 por ciento de los hombres y 31.9 por ciento de las mujeres expresaron que si les ofrecieran un trabajo, lo aceptarían. Además, más del 44 por ciento de los hombres y 41 por ciento de mujeres adultas mayores les gustaría aprender un oficio. Por supuesto que esto presenta algunas diferencias cuando se analizan los distintos grupos de edad, ya que conforme aumenta la edad disminuye el porcentaje de que los adultos mayores desean trabajar y lo mismo ocurre con las ganas de aprender un oficio.



Foto: Montesalud

Un granito de arena


Al caminar por la calle, es muy común toparnos con situaciones relacionadas con el comercio informal en la vejez como el ver a un adulto mayor vendiendo algún dulce para llevar dinero a su hogar, es por ello que, es importante reflexionar que la compra de la mercancía que estos venden muchas veces es la alegría de su día e incluso el pan que comen al llegar a casa. 

Claro está que, tener este tipo de gestos con las demás personas son cuestión de las posibilidades de cada persona y de sus voluntades.


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