Foto: Stradivarius |
Sin embargo, existe un trasfondo gigante detrás de todas estas prendas, pues los estereotipos que la industria de la moda dicta sobre los cuerpos femeninos a veces provocan problemas de autoestima en sus consumidoras.
El 2 de marzo de 2022 la marca “Stradivarius”, propiedad del consorcio
español Inditex, lanzó su primera
colección con un enfoque inclusivo para todos los cuerpos, esta fue encabezada
por un par de vaqueros que prometen amoldarse y favorecer a cualquier tipo de
cuerpo femenino, pues estos no siguen la típica línea de tallas estipulada ya
que van con un tallaje único llamado “talla 0”.
El par de vaqueros tiene un costo de
749.00 pesos mexicanos y están compuestos por un 87% de algodón, un 4% de
elastano (fibra sintética con gran elasticidad y resistencia) y un 9% de
elastomultiester (fibra elástica que favorece el tejido del vaquero y permite
que el jean siempre recupere su forma
original).
“No labels. No sizes. No limits. The most inclusive denim. A pair of jeans that fit everyone”que al español se traduciría como: “Sin etiquetas. Sin tallas. Sin límites. El denim más inclusivo. Un par de jeans que se adaptan a todos”.
Sin embargo, las medidas del pantalón con talla única no se asemejan ni un poco al promedio de medidas de un cuerpo femenino mexicano, como por ejemplo:
|
Medidas jeans Stradivarius talla única |
Promedio de
medidas de cuerpos femeninos mexicanos de 18 a 39 años |
Cadera |
41.00 cm |
100 a 105 cm |
Cintura |
35.50 cm |
88.8 cm |
Con datos obtenidos del estudio “¿Cuánto mide México? El tamaño sí importa” por la Cámara Nacional de la Industria del Vestido (Canaive).
El hecho de que no sea una marca de origen mexicano es una de las mayores razones del porque sus prendas no se ajustan a sus consumidoras mexicanas, pues los diseños de sus prendas, sus tallas e incluso sus precios se basan en una realidad de un país primermundista y no en México. Respecto a esta problemática el diseñador mexicano Enrique Leonard, señala: “Muchas sí tienen tipo europeo, pero otras son muy latinas, entonces tienes que empezar a estandarizar una talla para que le vendas a la mujer una idea bonita de que es flaca, y también la mujer que es flaca por naturaleza que compre tu prenda”.
Esto evidentemente se ve reflejado en la ropa que vende la marca, debido a que cada marca extranjera tiene su propia numeración tal como el tallaje español, donde la talla chica parte de la talla 8 a la 10 mientras que la talla chica mexicana va de la talla 26 a la 28.
No es para todas…
A pesar de que la campaña de los “jeans talla 0” era el espectacular del mes de la marca Stradivarius, esta no abarcaba la sección principal de la tienda, sino que ocupaba un espacio al fondo, con los jeans justo debajo de una camiseta básica acompañados de la publicidad de la campaña.
Marina, una joven de 19 años que portaba ropa de verano sostenía en sus manos un par de estos vaqueros: “Puede ser una buena iniciativa, pero es una utopía” mencionó mientras dejaba en el estante los jeans doblados y corría a la sección sport, en donde ella afirmaba que encuentra ropa con la que se siente más cómoda.
Los espejos dentro de los probadores femeninos muchas veces proyectan inseguridades, imágenes de mujeres de muslos grandes intentando que les suba la talla estereotipada por la sociedad, mujeres sumiendo la barriga para lograr cerrar el cierre del pantalón y en total contraste, mujeres que quisieran tener un cuerpo más voluminoso para llenar por completo la ropa.
Tal es el caso de Lety V, quien es fotógrafa de moda y ha participado en distintas editoriales de la mano de la revista Vogue, ella al trabajar dentro de la industria de la moda comenzó a notar que los estereotipos y prejuicios dominan a este sector, “Yo siempre he pensado que la industria de la moda vive en una burbuja en la que hablamos de inclusión y diversidad pero solamente es real en redes sociales” sostuvo Lety al ser cuestionada sobre la opinión que ella tenía acerca de estos pantalones, pues más que ser una iniciativa incluyente parece una publicidad engañosa que beneficiará a la marca.
Foto: Stradivarius |
Foto: Stradivarius |
El peso de la industria de la moda
sobre la autoestima
Respecto a esta experiencia, Marisol, una mexicana de 23 años con obesidad, explica: “Me duele no poder ir con mis amigas a un día de shopping. A mí me gusta mucho vestir a la moda y usar la ropa que las tiendas pongan en tendencia, pero sí es bastante decepcionante cuando tienes que pedir tus tallas vía online, porque a veces, estas me quedan perfectas pero no me gustan y otras veces las que más me gustan no me entran en las piernas”, es por ello que es importante dejar clara la línea de diferencia entre escoger prendas por comodidad y escoger prendas por gusto. Lamentablemente, es una comparación que la industria aún no ha sabido observar de cerca, analizarla y darle una solución.
Las marcas Inditex no perpetuan la focalización de la autoestima y la aceptación de tu cuerpo como estas plantean y exhiben en redes y campañas, pues los estereotipos y prejuicios siguen gobernando a esta industria.
Con la entrada de nuevos talentos a la industria de la moda como diseñadores, periodistas, modelos… esta se ha visto obligada a intentar abrir espacios en donde se comienza a proyectar la imagen de una mujer que acepta su cuerpo y no se enfoca en entrar en un estereotipo planteado.
Distintos psicólogos alrededor de Latinoamérica señalan que los desórdenes de alimentación, depresión y baja autoestima son los problemas más comunes entre las adolescentes y que la ropa que usan a veces dice más sobre su autoestima que sobre su estilo personal.
Asimismo, dentro de la industria textil no existe una realidad de cuerpos, por ejemplo, Mariano, un estudiante de Diseño de Modas en la Universidad del Valle de México (UVM) cita las palabras de uno de sus profesores de textiles: “La industria textil y maquiladora simplemente no hacen tallas extra grandes porque es más tela y más mano de obra.”
Sin embargo, el estandarizar las tallas no es malo pues las marcas no pueden crear ropa que se amolde a cada mujer, aunque una solución a esta problemática podría ser que las marcas nacionales tomen mayor poder en el negocio de la moda y produjeran tallajes estandarizados a la realidad de los cuerpos femeninos mexicanos.
Y una solución por parte del consumidor sería evitar caer en publicidades engañosas y no dejarse llevar por estereotipos acerca de su cuerpo.
El futuro de la moda es psicológico y emocional para lograr cumplir el objetivo de utilizar a las prendas como una necesidad, un lujo y un gusto con conciencia social y emocional.
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