Metric conquista el Pepsi Center

La banda canadiense se presentó anoche en tierras mexicanas.

Metric en el Pepsi Center WTC (20-05-2022). Créditos: Valeria Herrera.

El evento estaba planeado para ofrecer dos actos principales: Metric y Young The Giant, además del acto previo de Axel Catalán. Para sorpresa de los asistentes, Young The Giant canceló su presentación, así lo informó el staff antes de ingresar al recinto. Pese al cambio de planes, Axel Catalán salió al escenario en punto de las 8:10 p.m. para demostrar que en México hay propuestas de rock igual de interesantes que en países de habla inglesa. Entre chistes y baterías potentes, el vocalista mencionó un par de veces a la banda principal: "nosotros somos la entrada, ahorita les llega el plato fuerte", declaró.

Fue más de una hora más tarde, que Emily Haines, vocalista de Metric, enloqueció a la multitud con un tímido saludo antes de abrir con uno de sus temas más enérgicos: Gold Guns Girls. Las luces rosa neón se movieron al ritmo de la música y Haines bailó con soltura. Como segunda pieza de un setlist de apenas catorce canciones, tocaron Risk, un tema que hace brillar la capacidad vocal de Haines. Tras interpretar Dark Saturday, la banda no dudó en tocar Doomscroller, su más reciente sencillo. Pese a que la rola fue estrenada hace apenas tres días y el público no estaba listo para corearla, esto no detuvo los ánimos ni la eufórica atmósfera, porque aunque Doomscroller dura más de diez minutos, es todo un viaje musicalmente hablando. Y es que si algo caracteriza a Metric es su peculiar reinterpretación de diversos subgéneros del rock alternativo, combinando una melódica voz femenina con musicalizaciones que juegan con teclados sin que la potencia del rock se desvanezca, haciendo que su discografía sea siempre interesante de escuchar, también, gracias a su brillante manejo lírico.

Más tarde llegó el turno de All Comes Crashing, su penúltimo sencillo, que actuó como la antesala perfecta para uno de sus más grandes éxitos: Help, I’m Alive. Entre luces rojas, Haines cantó: “Ayuda, estoy viva, mi corazón sigue latiendo como un martillo”, con el público coreando a la par. Le siguió Gimme Sympathy, que en su letra menciona a dos leyendas de la música, The Beatles y The Rolling Stones. “Vamos, bebé, tócame algo como Here Comes The Sun”, remató Haines. El siguiente tema fue Sick Muse, una rola que reprocha a las flechas de cupido y la que le siguió el momento más synth-rock de la noche: la interpretación de Synthetica, tema que le da nombre a su quinto álbum de estudio. No pasó mucho tiempo para que los asistentes disfrutaran de la canción más esperada, Black Sheep, popularizada por la versión de la actriz Brie Larson en la película de 2010, Scott Piligrim vs The World.

Aunque ninguna canción emocionó tanto a la multitud como Black Sheep, su sucesora en el setlist, Dead Disco, también fue recibida con actitud entusiasta, coronándose por su letra como una maravillosa crítica a la industria musical. El concierto cerró con una emotiva versión de Breathing Underwater, tras algunas palabras de Haines, por desgracia, muy pocas de ellas en español.