Introducción
Las
fiestas patronales o celebraciones del pueblo chontal son un aspecto importante
en la comunidad, pues ahí se logra vislumbrar muchas de las partes más
fundamentales de su identidad: música, lengua, creencias, comida, bailes, entre
otras cosas. Sin embargo, es en las fiestas donde, a pesar de ser un elemento
presente entre los chontales, se puede observar sumamente transformada su
comunidad y, en cierta forma, debilitada. Es en las fiestas donde se puede
visualizar los síntomas patológicos de la narrativa del progreso moderno. Un ejemplo de ello, es en los instrumentos para la música del bailabiejo (un baile de aspecto ritual/religioso).
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La tradición marca que los tambores
fueran elaborados con cualquier madera, siempre buscando la ligereza y delgadez
que le proporcionara a la caja –que en realidad es un cilindro con dos huecos
en cada extremo- un mejor sonido. De igual manera, los parches o membranas
serían de piel de venada, pues es una piel delgada y fina que da mayor forma y
sonido a los tambores. Por último, la flauta se elaboraría con carrizo –el cual
se escogería, también por su delgadez y finura- y su boquilla se moldearía con
cera de abeja –la conocida como Melipona o sin aguijón-. Así el grupo estaría
completo.
Sin embargo, debido al impacto del
humano en el planeta el ecosistema ha cambiado drásticamente, y con ello las
formas de expresión cultural de los chontales se han visto modificadas
inconscientemente [sin darse cuenta] como parte de una necesidad de preservar
sus tradiciones y arte.
La pérdida de zonas selváticas por el avance de la sobrepoblación humana y la explotación de los recursos naturales, como el petróleo y sus constantes derrames en las lagunas, ha supuesto la pérdida de especies animales en la zona, o bien su reducción severa, como las diversas tortugas, serpientes, mapaches, tlacuaches –o zorros, como le dicen localmente-, jaguares, venados, abejas, etc. Pero no únicamente animales, sino también plantas como diversas flores, árboles o arbustos, por ejemplo el carrizo, pues este no puede crecer de manera adecuada con el actual impacto ambiental en las lagunas, popales y ríos. Aunque puedan encontrarse, su número es escaso y en su mayoría no logra un buen desarrollo –a la manera que un flautero necesita.
La pérdida de zonas selváticas por el avance de la sobrepoblación humana y la explotación de los recursos naturales, como el petróleo y sus constantes derrames en las lagunas, ha supuesto la pérdida de especies animales en la zona, o bien su reducción severa, como las diversas tortugas, serpientes, mapaches, tlacuaches –o zorros, como le dicen localmente-, jaguares, venados, abejas, etc. Pero no únicamente animales, sino también plantas como diversas flores, árboles o arbustos, por ejemplo el carrizo, pues este no puede crecer de manera adecuada con el actual impacto ambiental en las lagunas, popales y ríos. Aunque puedan encontrarse, su número es escaso y en su mayoría no logra un buen desarrollo –a la manera que un flautero necesita.
Así, al ya no haber más venados, los tambores se
parchan con membranas plásticas. La caja del tambor no es más madera, sino un
tubo de PVC que pintado con barniz simula ser madera. El carrizo es sustituido
por otro tubo más delgado, y la cera de abeja pasa de ser de la casi extinta
Melipona a la de aquella abeja que invasivamente la lleva a su extinción: la
abeja africana –o africanizada-, la cual fue introducida para su explotación
industrial. Poco a poco los instrumentos son sustituidos por plástico y tubos,
o quizá sería adecuado decir tuvo. Un
tuvo que marque el cambio patológico
que fuerza la industrialización, sobrepoblación, la modernidad y su
calentamiento global. Es ese el idioma que habla el capitalismo y la
industrialización, el idioma de los tuvos:
tuvo alguna vez el músico relación de creación respecto de su instrumento, tuvo
alguna vez la tierra la salud necesaria para producir el arte, tuvo alguna vez
el humano una relación inteligente con su entorno, tuvo alguna vez el humano
una nula necesidad de un tubo y de decir estos tuvos.
El avance de la globalización y la modernidad es el
abandono de la magia y la creencia en
la música natural por la adopción de
la razonada(mente) armonización
en plástico.
1 Comentarios
Interesante información.. felicidades
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