Esta
tradición fue planteada por la sociedad a lo largo de los siglos después del
nacimiento de Jesucristo.
De
acuerdo con el libro de Mateo, capítulo 2 de la Biblia, se narra el origen, que
hoy en día es ajustado a la actual tradición.
Cuando Jesús nació en Belén de Judea en días del rey Herodes, vinieron del oriente a Jerusalén unos magos,
diciendo: ¿dónde está el rey de los judíos, que ha nacido? Porque su estrella hemos visto en el oriente, y venimos a adorarle.
Oyendo esto, el rey Herodes se turbó, y toda Jerusalén con él.
Y convocados todos los principales sacerdotes, y los escribas del pueblo, les preguntó dónde había de nacer el Cristo.
Ellos le dijeron: En Belén de Judea; porque así está escrito por el profeta:
Y tú, Belén, de la tierra de Judá,
No eres la más pequeña entre los príncipes de Judá;
Porque de ti saldrá un guiador,
Que apacentará a mi pueblo Israel.Entonces Herodes, llamando en secreto a los magos, indagó de ellos diligentemente el tiempo de la aparición de la estrella;
y enviándolos a Belén, dijo: Id allá y averiguad con diligencia acerca del niño; y cuando le halléis, hacédmelo saber, para que yo también vaya y le adore.
Ellos, habiendo oído al rey, se fueron; y he aquí la estrella que habían visto en el oriente iba delante de ellos, hasta que llegando, se detuvo sobre donde estaba el niño.
Y al ver la estrella, se regocijaron con muy grande gozo.
Y al entrar en la casa, vieron al niño con su madre María, y postrándose, lo adoraron; y abriendo sus tesoros, le ofrecieron presentes: oro, incienso y mirra.
Pero siendo avisados por revelación en sueños que no volviesen a Herodes, regresaron a su tierra por otro camino.
Lo cierto es que no se asegura que acudieron tres reyes magos los que se
dispusieron a llegar hasta Jesús después de enterarse que nacería en Belén, ya
que la fuente no muestra el número de las personas que acudieron.
Los magos, de acuerdo con la traducción del idioma original del Nuevo Testamento
que es el griego “μάγος” significa “científico oriental”. Esta denominación
se atribuía a personas sabias nombradas así por sus nacimientos nobles, educación,
nivel socioeconómico e influencia.
Además, fueron filósofos, consejeros de la realeza, entendiéndose como
los portadores de toda la sabiduría del antiguo Este y escudriñadores de las Escrituras,
mediante las cuales lograron asociar la profecía mesiánica. Tres siglos después se les denominó “reyes”,
sugiriéndose así por su nacimiento noble.
No se sabe con exactitud cuánto tiempo después los magos encontraron a
Jesús, tal y como se explica en el primer verso, la realidad es que no llegaron
el día en que él nació.
Otro
dato curioso fue la denominación de los nombres y la cantidad de magos, mismo
que fue asignado por el autor Jacobus de Voragine, sin embargo, la fuente no
hace mención de ninguno de esos datos. De hecho, en el pasaje se habla de
aquellas personas de manera superficial tentativamente, porque la relevancia no
radicaba en quienes presentaron las ofrendas sino en el hecho de que fueran
testigos del acontecimiento.
Jacobus
asumió que eran tres reyes por los regalos que se dieron. Aunque el significado
de las ofrendas por parte del cristianismo tienen las siguientes simbologías:
Oro -
Para dar gloria a la divinidad y señorío de Jesús.
Mirra -
Simboliza la naturaleza humana de Jesús, reflejando el sufrimiento por el que
tendría que padecer por la salvación de la humanidad a causa de los pecados de
ésta, siendo Él el único medio para presentarse digno delante de Dios.
Incienso
– Adoración
Lo
anterior se asocia con el estudio de otras citas bíblicas en concordancia con
hechos históricos y demás aspectos, de las cuales se valen para sostener dichos
argumentos.
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