Si
nos remontamos a los orígenes de muchas lenguas actuales, veremos la formación
de una escritura propia por parte varias de las culturas mesoamericanas. Los casos
más conocidos son el náhuatl y las lenguas mayenses. En ambos casos utilizaron
una forma distinta de escritura a la convención occidental. Pues se hicieron de
ideogramas y fonogramas, entre otros recursos, para plasmar en gráficos su lengua.
Pero enfoquémonos en la escritura maya para hablar de este tema.
A veces saltan preguntas curiosas,
si ya había una escritura para estos idiomas, ¿por qué no se escriben así en la
actualidad? La respuesta parece obvia, pero en realidad se puede tocar desde
diferentes puntos.
Ni una de las culturas mayenses conservó
la tradición escrita. La información sobre esta se encuentra en los sitios
arqueológicos y algunos códices. Así, personas como Yuri Knorosov, lograron
tener avances en comprender su funcionamiento, reglas y significados. El camino
en su investigación no es fácil, pues las fuentes son escasas. Por ello, hablar
de una posible revitalización del uso de dichos sistemas parece algo lejano.
Sin embargo, no es imposible, porque los avances existen, y podrían ser bases
para la formación de una nueva tradición escrita.
Si se quisiera revitalizar su uso deberían
hacerse grandes esfuerzos en educación, difusión y, sobre todo, acceso a la información.
Mas, debemos detenernos un poco porque, aunque suene muy lindo, en realidad es
muy utópico, casi una quimera. Para explicarlo hablemos del sinograma.
Tradiciones
e identidad
El
sinograma es lo que vulgarmente se conoce como escritura china (en realidad se usa en diferentes países, para diferentes idiomas y con diferentes estilos o
variantes) y para muchas etnias asiáticas su uso es parte de casi toda su
historia.
Con la llegada de los avances informáticos
escribir con más de 400 caracteres en computadoras resultó de lo más complicado,
a diferencia de la informática con caracteres grecolatinos. La forma de
resolver esto fue el sistema piying¸ el cual utiliza las letras latinas para una transliteración fonética. Así, se pueden enviar mensajes con
caracteres chinos utilizando de por medio los latinos.
Esto parece ser algo muy complejo, y
muchos suelen preguntarse: ¿por qué mejor no escriben con letras latinas y
dejan la escritura china? Pues el motivo es la gran importancia cultural de su
escritura; el arraigo a sus raíces es tan grande como para abandonarlo, aún
cuando es difícil aprenderlo. Sin embargo, con las mejoras informáticas, ha
llegado el wubi, sistema basado en la escritura simplificada. Aunque existe
una clara dificultad en su uso, es un claro ejemplo de cómo ellos prefieren
hacer ese esfuerzo por su memoria cultural.
¿Y qué hay de México?, ¿podrían las
lenguas mayenses soñar con escribir como alguna vez se hizo?, ¿podría ser la
escritura un aspecto más de lucha en la conservación y apropiación de la propia
cultura de los pueblos originarios? A diferencia de China o Japón, México es un
país donde el Estado tiene un origen occidental, por ello, también verá más
factible enseñar la escritura latina. Por lo mismo, la tradición escrita más
familiar es la forma occidental.
Con la pérdida de mucha memoria
histórica de los pueblos indígenas, la occidentalización de los pueblos y del
Estado, además del sometimiento de estas etnias por parte de una cultura
dominante; es impensable para muchos un retorno a una escritura maya. Porque
parece una tradición lejana y ajena, a pesar de ser los propios descendientes de
la cultura que lo creó.
El
Estado mexicano
Por
otra parte, es innegable el poco interés por preservar las lenguas indígenas, no
sólo de forma escrita, sino también de forma oral. Pues pocos espacios tienen
en los diferentes medios. Y sólo basta con mirar algunos números en la radio y
ver cómo la mayoría de las estaciones radiofónicas no otorgan ni un espacio a
dichas lenguas minorizadas. Y aún cuando muchas se digan indígenas no son transmitidas
en estos idiomas en su totalidad.
Ese poco interés se nota aún más con publicaciones escritas,
donde hay un claro predominio del español sobre otros idiomas. Incluso, es
complicado hacer difusión de un texto escrito en una misma comunidad, tanto por
la falta de recursos como de la poca enseñanza de la lectura en estas lenguas.
Por mucho tiempo los pueblos indígenas se han valorizado con constancia férrea.
Han llevado su lucha casi en solitario, ¿no es momento de recibir el apoyo en
la decisión que cada pueblo tome? Pues al final, para eso es un Estado.
Sin duda es remarcable que cada
pueblo tiene la libertad de decidir los rumbos a tomar. Las posibilidades están
y no debemos cerrarnos a una sola visión. Realmente escribir de una forma u
otra es fácil, quienes hablan ruso y español aprenden ambas escrituras, por dar
un ejemplo de muchos. Y si viéramos en la escritura algo como las etnias asiáticas
tal vez, sólo tal vez, valdría la pena hacer tanto esfuerzo sin pensar en lo difícil.
A todo esto, algo es claro: la
forma que se decidan hacer las cosas, es responsabilidad de todos apoyar. Tanto
a quitar los prejuicios, como a dar camino al desarrollo.
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