El territorio de
hielo antártico llegó a incrementar ligeramente el año anterior, aunque sigue registrándose
el nivel más pobre desde 1979. Foto: Imágenes de la NASA, de Robert Simmon,
sustentadas en datos de Marco Tedesco
El director del
Centro Nacional de Información de la Nieve y el Hielo de Estados Unidos, Mark
Serreze, y otros colegas suyos, especialistas del tema comentaron que no se sabe
si el fenómeno que sucede se mantenga pasajeramente o demuestre una manifestación
consecuente al calentamiento global que llega hasta instancias de exponerse en
el Polo Sur. La zona antártica no daba señales de alcanzar un calentamiento igual de fuerte
que en el norte con el Ártico.
En 2014 se alcanzó un
récord, al hablar que el hielo flotante en el sur del planeta se había
aumentado desde 1979. Tres años más tarde, el promedio del tamaño de bloques de
hielo marcaron su nivel más bajo en su historia, terminando consigo tres décadas
y medias de progreso, según datos satelitales de la NASA.
El número de hielo que llega a
flotar por toda la Antártida ha disminuido hasta alcanzar un récord histórico, pasando de
una reducción máxima hasta su mínima, para sorpresa de los científicos.
En el 2014 la incrementación de hielo flotante
en el cono sur del continente rebasó cifras récord, ya que el aumento despuntó
desde 1979. Aunque estos números se revirtieron tres años después, la cantidad
de bloques de hielo llegaron a su punto más carente de la historia, terminando
consigo tres décadas y medias de avances, de acuerdo a la información de la
NASA.
Por medio de un correo electrónico,
Mark Serreze, director del Centro Nacional de Información de la Nieve y el Hielo de Estados Unidos, señaló que “las
cosas han sido muy locas”.
Serreze y otros científicos no
saben exactamente si lo que sucede con
el derretimiento de los bloques sea una señal del calentamiento global o únicamente
se convierta en algo pasajero. Anteriormente la Antártida no daba muestras de
calentarse de la misma manera que el Ártico Norte.
“Pero el hecho de que pueda
producirse un cambio tan grande en tan poco tiempo debe ser visto como un
indicio de que la Tierra tiene potencial de generar cambios importantes y
rápidos”, explicó Waleed Abdalati, científico proveniente de la Universidad de Colorado.
Durante épocas invernales el
nivel del hielo aumenta en las regiones polares, mientras que en verano bajan.
Dentro de la Antártida, se tuvo un promedio de 12.8 millones de kilómetros cuadrados
(4.9 millones de millas cuadradas) de hielo en el 2014. Remontándose al 2017,
sólo se contaba con 10.7 millones de kilómetros cuadrados (4.1 millones de m2),
así mismo lo asegura un artículo proveniente de la Academia Nacional de
Ciencias.
Para darse una idea del área
total del derretimiento glaciar era tan grande que cubría un plano mucho más extenso que México. Llegar a una pérdida de tal cantidad de hielo en un período de
sólo tres años “ es algo bastante increíble”, jamás observado anteriormente, de
acuerdo a la encargada del estudio Claire Parkinson , especialista climatológica
de la NASA. El año anterior el hielo que cubre el mar antártico creció
levemente, sin embargo se registró el nivel más bajo desde 1979. De los
registros de este año, los meses de mayo y junio alcanzaron sus niveles más
bajos de los cuales se tengan registros, menores a los del 2017, informó el
centro de datos del hielo.
Los niveles del mar no se alteran
con el derretimiento de hielo en los océanos. Los que niegan la creencia
generalizada sobre un calentamiento global recalcan en todos los casos el
incremento de hielo en la Antártida.
Por otro lado, en el Ártico se
registra continuamente un calentamiento, llegando hasta la presencia del
derretimiento de bloques de hielo –los niveles llegan a variar cada año-, el
mar antártico ha tenido altas y bajas muy marcadas, no obstante sigue con una
tendencia de aumento de hielos. Esto se da probablemente por la geografía, según
Parkinson y Serreze.
La Antártida es una tierra firme
que se rodea de océanos, lo que le permite que su hielo pueda llegar a
extenderse en una porción mayor; del lado opuesto, se encuentra que el Ártico
es un bloque de hielo flotando en un océano circundado de continentes, explicó
Parkinson.
Antes cuando el hielo antártico
subía, la comunidad científica atribuía esta acción a los cambios del viento y
las presiones, incluso a la circulación de los océanos y a cambios climáticos naturales
que fueron reiterados, así como el fenómeno, El Niño. En estos días estas
explicaciones no funcionan del todo con lo ocurrido, lo que produce que lo que
venga en un futuro sea una incógnita, comentó Parkinson.
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