Tras los éxitos que ha tenido el cantante Conan Gray, este año lanzó su nuevo álbum “Wishbone”, un disco que retrata la intimidad de las relaciones, las rupturas amorosas, el trauma infantil y la identidad queer. En esta ocasión, el artista regresó a un sonido más melancólico y folk que el de su álbum anterior.
El cantante desglosó el significado del álbum, llamándolo “verdaderamente miserable”. De hecho, muchos de sus sentimientos los encapsuló en el sencillo “Vodka Cranberry”, una canción que funciona como una introducción a lo que se cuenta en el resto del disco.
Este álbum es un espejo al alma del cantante, que le recordó quién era en una etapa de su vida en la que esa identidad parecía desvanecerse poco a poco. Este nuevo proyecto es un susurro de auxilio convertido en canción, el sonido de una identidad en construcción.
“Wishbone”, en términos anatómicos, es el hueso en forma de “Y” que se encuentra en el pecho de las aves y une las clavículas. Sin embargo, en otras culturas, también representa el momento en que dos personas tiran de cada extremo del hueso una vez seco; quien se queda con el trozo más grande, “cumple un deseo”.
Aunque Conan resalta que un wishbone nunca se parte de forma pareja —nadie se queda con todo, nadie gana por completo—, de ahí surge la enseñanza del disco: estar roto no es el fin; las partes sueltas también cuentan una historia.
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