Recents in Beach

El ascenso de Mora: de compositor anónimo a ícono del reggeaton

 

Foto tomada de internet

Antes de llenar estadios, Mora ya estaba detrás de los éxitos que cantaban otros, era esa voz que no se escuchaba, pero que movía hilos desde la sombra. Compositor, productor, ghostwriter. Un fantasma en el reguetón, de esos que escriben hits y desaparecen en los créditos.

Mora comenzó construyendo la carrera de otros. Escribía para artistas como Bad Bunny, Jhay Cortez o Eladio Carrión, estaba en el estudio cuando se creaban algunos de los temas más pegajosos del género, pero su nombre apenas sonaba.

Lo curioso es que esa etapa no fue un accidente. Mora sabía perfectamente lo que estaba haciendo: aprendía. Mientras otros buscaban cámara, él perfeccionaba su sonido, estaba cocinando el estilo que hoy lo distingue, una mezcla entre lo melancólico, lo crudo, el perreo nostálgico, y ese toque experimental que no todos se atreven a probar.

Su primer gran paso como solista fue con Primer día de clases, pero lo que lo puso en el mapa fue Microdosis. Y de ahí en adelante, la cosa se fue al cielo. Dejó de ser “el que escribió para...” y se convirtió en el artista, uno con personalidad, sonido propio y un fanbase que conecta con su forma de decir las cosas: sin filtro, sin rodeos, sin tratar de gustar.

Hoy, ese tipo que antes escribía para otros está en su mejor momento. Y no parece que vaya a bajar la velocidad, porque hay artistas que nacen para brillar desde el principio, y otros, como Mora, que aprenden en la sombra hasta que nadie puede ignorarlos.


Publicar un comentario

0 Comentarios