Foto vía Forbes México: Karina Hernández
Después de ocho horas de discusión, la Cámara de Senadores aprobó, en lo general y en lo particular, el dictamen que transfiere el mando operativo y administrativo de la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA).
La votación resultó en 86 votos a favor, 42 en contra y cero abstenciones. Hasta el momento, la Ciudad de México y Estados como: Sinaloa, Baja California, Tabasco, Zacatecas, Quintana Roo, Yucatán, Tlaxcala, Colima, Veracruz, Durango, Chihuahua, Campeche y Nayarit han respaldado esta medida, lo que indica un amplio apoyo a la militarización de la seguridad pública.
La discusión en el Senado comenzó minutos antes de las 22:00 horas. Según la iniciativa, se modificarán doce artículos de la Constitución para consolidar a la Guardia Nacional como una fuerza destinada a combatir la inseguridad y el crimen organizado, buscando operar libre de corrupción.
Durante el debate, la oposición expresó su preocupación, acusando que esta medida representa un intento de militarización. Por otro lado, los senadores de Morena y sus aliados defendieron la reforma, argumentando que es esencial para enfrentar los retos actuales en materia de seguridad.
¿Por qué importa este cambio?
Desde que Andrés Manuel López Obrador asumió la presidencia en diciembre de 2018, existían expectativas de que se enviaría a los militares de regreso a los cuarteles tras años de lucha contra poderosos cárteles de la droga. Sin embargo, al concluir su sexenio, los militares no solo continuarán en las calles, sino que también estarán al mando de la Guardia Nacional.
Creada en 2019, la Guardia Nacional fue presentada como una fuerza de seguridad civil bajo el control de la Secretaría de Seguridad federal. Sin embargo, desde su inicio hubo dudas, dado que muchos de sus miembros provenían del ejército y la Marina, y su estructura de mando estaba compuesta en gran parte por militares recién retirados. Aunque el presidente ya había intentado poner a la Guardia Nacional bajo mando militar, la Suprema Corte de Justicia de la Nación lo declaró inconstitucional el año pasado.
Este cambio en la estructura de mando ha suscitado un amplio debate en el país, reflejando las tensiones entre enfoques civiles y militares en la estrategia de seguridad de México.
0 Comentarios