Luego de que mi editor me confirmara sobre la asistencia al concierto de Gondwana en el Frontón México, vienen a mí los recuerdos de ya hace más de 10 años. Toda la “banda” se reunía cada fin de semana en la tienda de don Ramón. Quien en paz descanse. escuchábamos por algunas horas un buen repertorio de reggae del cual algunas canciones eran del grupo musical procedente de Chile.
“Verde,
amarillo y rojo”, “Felicidad”, “Antonia”, “Alabanza” eran
algunas de las canciones más recurrentes en el sonar estrepitoso de esas
bocinas de tamaño promedio; de aquellas tardes-noches “bien lejanas ya”. Pulque,
cerveza y el imprescindible “gallo” “ponchado” con papel cebolla el cual también
rodeaba la primera vuelta de los rollos sueltos de papel higiénico Pétalo o en
su defecto en el “jiter” del que se permitía una mayor discreción olfativa a la hora
de prender y fumar, fueron los fieles acompañantes de esas agradables noches en vela.
El
grupo chileno que ya ha visitado el país azteca en otras ocasiones, para este reportero
recién iniciado; no hace mucho, en el periodismo, es la primera vez que va a disfrutar.
Ahora con responsabilidad. A una de sus bandas favoritas de reggae, puesto que
con ellos creció en la rebeldía ideológica de una adolescencia llena de música
contestataria y de la cual aún sigue compartiendo mucho de sus principios espirituales,
sociales y románticos.
Hace
una semanas, Keno Valenzuela, tecladista de la agrupación, dijo
en conferencia de prensa que el próximo 29 de junio estarán festejando 37 años
de vida en el D.F. Nombre con el que aún distinguen a la CDMX. Además, agregó
un par de sorpresas para ese día las cuales serán dos estrenos de los
sencillos: “Cahuita” y otros más que no reveló el nombre.
Foto Daniel Miranda/Vía Mx |
“hemos estado recorriendo varios países con motivo del festejo de los 37 años de la banda. También incluye trabajo nuevo en el cual hemos estado haciendo. Estrenamos tardíamente “Cahuita” un sencillo que trabajamos durante la pandemia y luego sacamos un nuevo sencillo a fines del año pasado; disco con el cual pudimos participar en los premios Grammy, pero que ahora vamos a estrenar en el D.F por primera vez”, explicó.
Para
concluir ese comentario puntualizó que es un espectáculo que va a tener además
del festejo de los 37 años; unas sorpresas respecto con el trabajo que han
venido realizando. “es un show que reúne esas dos cosas: el festejo de
los 37 años de trayectoria, más las cositas nuevas que hemos trabajado hace un
tiempo… tenemos otros sencillos que se están preparando para los próximos meses, también discos, colaboraciones con artistas españoles y jamaiquinos”,
puntualizó
Escuchar
a unos de sus integrantes, con ese acento tan latino como lo es el chileno, me
hace pensar que las fronteras entre los países latinoamericanos y caribeños se
comienzan a desdibujarse entre los que promueven el reggae de habla hispana y el anglo-caribeño;
de los de Jamaica y Puerto Rico hacen gala con artistas como Capleton y
Cultura Profética.
“En
chile, Gondwana es el pionero del reggae. A pesar de que antes de nosotros hubo
otros grupos que le hicieron un guiño a sus canciones incluyendo ritmos de
reggae”, explicó el tecladista. Tras esta declaración no es de
soberbios asumir que muchos artistas del género tengan influencias de ellos,
así como la inspiración, traída de sus letras, para crear algo innovador.
“la
primera banda de reggae que hubo ya con un fin echo y derecho siempre fue
Gondwana”, terminó por afirmar Keno.
Un día
previo al evento, es decir el 28 de junio, es preciso hacer un recorrido por su
trayectoria musical, sin embargo, hay una situación que me cosquillea la barba,
a lo que procedo a rascarme con tintes disqué “filosóficos” ¿Cómo será
escucharlos sin Quique Neira (ex vocalista de banda)? Nunca tuve el privilegio
de escucharlos con él; así que supongo que es válida mi curiosidad….
En
entrevista con el medio de comunicación peru21, Mc Jona, dejó
claro que sus compañeros mantienen una estructura siembre innovadora; por lo
que los cambios son una parte importante dentro del desarrollo de su nuevo
equipo. Con lo cual destacó la internacionalización de sus presentaciones y la
gran participación en el Festival Viña del Mar en el año 2003.
Foto Daniel Miranda/Vía Mx |
“Los Gondwana fueron muy visionarios porque después de que hicieron el Festival de Viña (2001 y 2003), ellos fijaron su carrera afuera, empezaron a viajar. A mí me tocó la guinda de la torta porque cuando yo llegué al 2011 a la banda, ellos ya estaban en un nivel súper alto”, expresó a aquel medio.
Me quede con la idea de escuchar a Mc Jona en la
voz del grupo. Los discos “Revolución” en el año 2011, “Reggae and roll” en el
2014 y Carpe Diem en el 2016 estuvieron bajo sus cuerdas vocales. Con eso como
fan del grupo estaba tranquilo. Sin embargo, un día después del concierto mediante
una nota informativa publicada, hace tiempo, en la página web del Excelsior me
enteré de que él mismo decidió seguir como solista, esto en palabras del propio
Keno Valenzuela.
Esa información no era algo que tuviera en
cuanta momentos antes del concierto. Por lo que mi sorpresa para ese día del evento
no fue Mc Jona quien apareció en el escenario, sino Maxi Vargas un antiguo
integrante que en el año 2010 se retiró de la banda y regresó en el 2019 para sustituir
a Mc Jona. En ese momento me di cuenta de que les había perdido el rastro desde
hace mucho tiempo.
La era Quique Neira
Todos sobemos que una de las más
trascendentales épocas para el grupo de reggae chileno fue con la voz de Quique
Neira. Compositor, escritor de canciones como “Felicidad”, “ignorancia”,
“sentimiento original”, entre otros más y ahora el productor deja un importante
legado para quienes conocimos a Gondwana con su estilo al frente del grupo.
Enrique Fernando Neira Leyva, llegó a la banda
en 1996 cuando recién lanzaba el disco titulado con el mismo nombre de la
agrupación. Su despedida fue en el año
2002 con el álbum “Made in Jamaica”. Esto con el propósito de seguir con su
carrera musical como solista. Desde entonces ha lanzado nueve discos de los
cuales “Cover me again”, “antología vinilo” y “Cover me” son los más recientes.
El sencillo “Armonía de amor” propicio la venta
de 70 mil copias de ese álbum. El segundo disco “Alabanza” vendió 90 mil
copias; por lo que gracias a “Antonia” sencillo destacado de esa producción les
valió para pisar escenarios de México, Estados Unidos, Centroamérica y Europa.
Por último, “Made in Jamaica” tuvo la venta histórica de 200 mil copias en Argentina
Basado en los seis años que estuvo con
Gondwana, el ahora productor y por supuesto solista, declaró sin tapujos en
otro medio de comunicación digital peruano que, la banda tuvo su tiempo de más
éxito cuando él estaba en el micrófono principal. “el tiempo que yo
estuve, aunque es la realidad, no tengo que decir, fue el tiempo más exitoso
del grupo”. Expresó.
Puede sonar soberbio, pero al final se le puede
dispensar porque sin él, canciones como “Verde, Amarillo y Rojo”, “Guerra”, “La
ignorancia”, “sentimiento original” y “Felicidad” no hubiesen existido.
Pero, por otro lado, rolas emblemáticas: “La Alabanza, Te recuerdo Amanda”,
“Antonia”, “Armonía de amor” y muchas más tienen su estilo único y especial que
a los seguidores de generaciones anteriores nos hacen vibrar al ritmo de la
nostalgia.
También destacó que sin la colaboración de
todos no se hubiesen podido producir y lanzar los discos que los llevaron a la
cima de la escena musical del reggae. Ahora que pasó el tiempo se sigue
sorprendiendo del gran trabajo que realizó en conjunto con sus excompañeros. “yo
mismo lo escucho y digo- ¡wao!... que increíble la cantidad de canciones buenas
que sacábamos… y eso es bonito, yo me siento muy orgulloso de eso y en ese
proceso del grupo la conexión entre nosotros se da justo cuando viene este
levantamiento del reggae”, esto en palabras de Quique.
Separación
En cuanto a la separación habida con sus
compañeros, no ser quisquilloso en cuanto a esa situación pareciera ser
imprescindible, más que ser algo para informar sobre los cambios dentro y fuera
de la banda; como degustador de su música y de sus letras me costaría trabajo
comprender el motivo oculto de su separación. Si es que lo supiera.
Es claro que ante los medios siempre van a
querer quedar de la mejor manera, sin embargo, los motivos reales solamente los
involucrados lo saben.
Aquella entrevista publicada hace nueve meses
en el canal de Carlos Orozco, el artista declara que en esta nueva era digital
es mejor ser dueño de tus propias composiciones. Esto en comparación con la
época en donde los procesos de producción analógicos eran más beneficiosos para todos
menos para el compositor.
“en la apoca de la industria estándar
antigua, lo que no te decían en cuanto firmabas un contrato es que el
porcentaje principal de ganancia era para ellos y tú como compositor solo un
porcentaje chiquito; distintas industrias, distintos tiempos”,
Ahora con el apoyo de las plataformas digitales
y el impulso de las redes sociales el creador de sus canciones puede buscar una
nueva alternativa de posicionarse en el campo musical.
“hoy en día ser dueño y ser independiente es
conveniente y las redes digitales ayudan a eso… sin tener compromisos con
nadie; decir y hacer artísticamente lo que tu sentís, que es tu opinión personal”, concluyó. Eso podría ser una posible causa
que desembocó en algunas discrepancias con los demás integrantes incluso con productores empresarios.
Después de que le hacen la pregunta obligada,
su semblante se vuelve pensativo, se puede apreciar que tras sus gafas oscuras
oculta una mirada quieta, contemplativa, pero sobre todo reflexiva. El color
de su cara se torna con tintes rojizos muy leves. Piensa rápido en la respuesta
y comienza con un “Yo creo”.
“Yo creo que la fama nos llegó cuando nadie
estaba preparado, el éxito de Gondwana tuvo un efecto distinto en cada uno de
nosotros. Nos vino un golpe de éxito tan potente que nos pilló desarrollando
nuestras vidas personales y familiares... y a lo mejor pudimos estar mejor
conectados, más preparados para ese éxito con el fin de ayudarnos más; echarnos
la mano, pero no tuvimos esa visión y llegó un momento en que la situación
estaba tan tensionada entre nosotros que a lo mejor nos convendría a todos el yo irme y dejar la
puerta para que entre alguien más”,
compartió.
Los movimientos de sus brazos permiten
esclarecer que después de todo aún sigue sin comprender como es que todo
terminó, sabiendo que, sin lugar a duda pudieron seguir cosechando frutos. Por
otra parte, luego de la siguiente declaración: “me pasó igual con Bamboo.
A lo mejor el problema soy yo…creo que tiene que ver con la confianza que yo
tengo respecto a como yo creo que las cosas de repente se tienen que hacer”.
Se puede pensar que sí, pero al final todos tienen un ego y ese ego puede
entrar en controversia con otros egos. Y más cuando se ve potencializado y
empoderado por la fama y el reconocimiento.
En la fila.
Por fin se llaga el sábado 29 del mes acabado
de terminar. Me levanto emocionado. Dos cosas sucederían ese mismo día. Primero
una breve, pero muy significativa reunión con mis amigos de la infancia; uno de
ellos celebraba la fiesta de cumpleaños de su niña.
Para mí justo en ese momento el tiempo me revelaba que había
hecho su labor, el verlo ya convertido en todo un padre de familia me hizo recorrer
en mi mente desde el momento en el que lo conocí a él y su hermano. Luego al
ver su sonrisa socarrona dibujada en su rostro lo miré como cuando va a iniciar la carrilla entre todos. Enseguida lo escuché decir con
cierta dicha: “Mi Danis” me regresó al presente.
En segundo lugar, el concierto de Gondwana seria
la fiesta que celebraría internamente solo por el hecho de no haberlos escuchado
en vivo por más de 14 años. Situación que hasta la fecha me había causado
cierta frustración y tristeza. Siempre me decía mi mismo: "algún día seguro los veré y
será una de las experiencias mayormente significativas en mi vida".
Son las 7:20 de la noche, estaba por descender del Uber. Durante el trayecto los pensamientos sobre el pasado me envolvían entre la nostalgia y alegría. La inmersión producida al recordar los tiempos aquellos en los que mi pandilla y yo nos juntábamos afuera de la tiendita de Don Ramón para disfrutar de las melodias del grupo en cuestión, aunque solo sea por unos momentos; daba la sensación testaruda de no querer regresar a la realidad
-“Ya quiten esa madre”- decían algunos con referencia a la música reggae que sonaba luego de una hora o dos, palabras que develaban el hartazgo de quienes preferían escuchar a Romeo Santos, el cantante de bachata o a Valentín Elizalde; cantante de banda asesinado por asuntos relacionados con el narcotráfico.
Una vez fura del vehículo, el paisaje urbano
dejaba ver aun los vestigios de lo que fue la marcha del orgullo LGTBIQ+. Personas
cubiertas por la espalda con las banderas multicolores pasaban de un lado a otro. El ambiente de fiesta y música aletargaban de cierta forma la alegría de
los asistentes a la protesta. Los bares cercanos, con su música, pereciera que
se unían a la celebración del mes arcoíris.
El monumento a la Revolución, al caer la noche, también
anunciaba su solidaridad con los del orgullo gay; de modo que sus luces de par
en par ser turnaban por breves instantes con los diferentes colores para iluminar al coloso, esto con el fin de hacer referencia a la bandera ondeada por las diversas
disidencias sexuales. Familias, parejas y personas en solitario posaban para foto
del recuerdo de ese día.
Por fin había llegado a la fila donde se forman los reporteros.
–“ojalá pueda tomar algunas fotos”- pienso con incertidumbre, a lo que una hora
después me dicen que no será posible. –“Chale”- digo en voz baja. Por otro
lado, tengo la fortuna de conocer a un colega quien ya estaba formado, era el
primero de la fila.
. –Qué onda carnal ¿estas formado? -
- Si hermano, es aquí.
Luego de unos minutos en silencio comenzamos la
platicar sobre el evento que estábamos a punto de presenciar. Después me contó
sobre su enorme gusto por la fotografía; por lo que a su vez me hizo algunas
recomendaciones sobre algunos cursos de edición y de fotografía.
- -- Es un oficio en el que nunca terminas de aprender – expresó
- También he tomado cursos de retrato en los que
he aprendido mucho. Con el tiempo me comprado los accesorios para mejorar la
calidad de mis fotos, desde focos para la iluminación hasta la óptica de mi cámara
misma que acabó de cambiar por una mejor –
- En mi oficina tengo preparada mi cámara por cualquier
cosa- expresó con orgullo.
Su semblante se ve lleno de satisfacción
personal. Se nota en su mirada un indicio de nostalgia cuando me cuenta lo
mucho que se esforzó para llegar a su momento. –“tuve una canon T6 que me
acompaño durante mucho tiempo, fue con la que empecé mis primeras sesiones fotográficas”-
compartió con una visible y genuina humildad que en verdad no se vio forzada.
Por el lado de los asistentes quienes pagaron
por su boleto, la fila no se ve muy prometedora. Mi nuevo amigo y yo especulábamos
que esto podría atribuirse al excesivo costo de las entradas, las cuales me comentó estaban cerca de los mil pesos. –“pufff”- respondí con decepción. Esto con respecto a que él y yo recordábamos que, en las décadas pasadas a parir de los 90s, asistir a estos tipos de eventos; el boleto estaba máximo en 200 pesos.
A los masivos de SKA, REGGAE Y PUNK que ahora
tuenen un costo, algunas veces muy elevado, antes solo bastaba un kilo de ayuda
para entrar.
EL kilo de ayuda consistía en llevar ya sea un
kilo de arroz, frijol, lenteja, entre otras semillas al concierto, esto con el propósito de poder llevar a las comunidades de la sierra toda esa ayuda. Antes los eventos de música contestataria poseían un fin mayormente social, más acorde con las creencias
e ideologías de cada banda musical presentada en dicho masivo.
Las “tocadas” como se les decía antes a los masivos, por lo general se hacían en la plancha del Zócalo capitalino, Ciudad Universitaria,
centros cívicos de a las alcaldías municipales, la plancha de Estadio Azteca y en
el terreno del Tecnológico de Estudios Superiores de Ecatepec (TESE). Ahora
desconozco si eventos como el SKATEX y los conciertos de reggae realizados recientemente
en Sala de Armas y en la Arena Adolfo López Mateos hayan tenido algún tipo de beneficencia
social.
Finalmente, sale el encargado de verificar la
lista de asistencia de los medios de comunicación. Solo tiene catorce pulseras
para los fotógrafos. La incertidumbre llega su final cuando me dijo que no
se debe tomar foto; a menos de que un fotógrafo registrado no asista al evento o no recoja su pulsera, entonces
solo así yo podría tomar su lugar. Situación que mejor doy por concluida. Me dan
el boleto de entrada y paso formarme en la fila de enfrente la cual sin darme
cuenta ya tiene varios metros de longitud.
Durante el trayecto hacia la puerta principal
nuevamente me doy cuenta de que el tiempo se encargó de reunir a muchos camaradas de mi generación, amantes de este género y que de igual forma crecieron con la música de Gondwana. Las generaciones nacidas en el nuevo milenio cuyas formas de referirse a la vestimenta,
tomar, divertirse e incluso comunicarse también daban un vistazo de buen gusto musical. En un lado se podía escuchar: - “tuve
que conseguir quien me cuidara a mis hijos”- y por el otro: -“wey, mi outfit no
está muy acorde”-
En el Concierto.
La
temperatura adentro del recinto aumenta de forma considerable. Pasaron casi 30
minutos desde que entre a la sala principal; el espacio puede contemplarse casi lleno. La mayor parte
de la gente puede moverse sin chocar con el de junto. El escenario sigue
completamente oscuro, las luces permanecen blancas, sin color. Las rolas de
fondo suenan bastante bien el sonido se oye prometedor.
Se dan
las 20:50 horas y la canción “Ignorancia” es la primera del repertorio. La
gente levanta los brazos y enseguida las palmas chocan al ritmo de la trompeta. Las luces en conjunto con la pantalla de
fondo cambian por completo; los colores ahora hacen alusión a la bandera
rastafari. La voz de Maxi Vargas nos devuelve la ilusión a más de una generación.
Los primeros coros: “ignorancia es nuestro peor enemigo” se dejan oír entre las voces de quienes sujetan vasos medio llenos de cerveza y respiran el humo de los aparatos del escenario mezclado
con el de cigarro y el de la ganja
Luego de un popurrí, a las 21:03 horas suena “Reggae is a coming”. La mayoría de los asistentes dejan de grabar con sus celulares y comienzan a disfrutar la música. “Keep of the faith” y “Volver a sentir” la secundan luego de no terminar por completo la rola. Pero ese detalle parece no importar; de hecho, la mayoría de las conaciones del repertorio no culminaron en su totalidad. Se entiende puesto que, son muchas canciones y poco el tiempo.
Foto Daniel Miranda/Vía Mx |
¿Cómo están? ¡Muy felices de estar aquí esta noche! preguntó y exclamó Maxi, el vocalista. El público responde con gritos eufóricos. Enseguida suenan las trompetas de “Antonia”, sencillo perteneciente al disco Alabanza lanzado en el año 2000 y con la que encendieron muchas emociones reservadas especialmente para esa noche. Durante esos minutos se pudo oír una sola voz unida por la nostalgia y la vibra positiva la cual “voló alto” y tiene olor a blond de frutas mismo que envuelve a la ganja recién espulgada. El viaje continuo con "Dulce amor" por lo que el romance se apodera de todos y todas.
Entre
el público se deja contemplar el humo recién salido de las bocas de quienes soplan con algo de estilo. Los pulmones
aguantan lo que pueden retener dentro de ellos, el fin es proporcionar un
viaje mayormente metafísico. “Verde, amarillo y rojo” suena a las 21:17. El
coro de la rola se entona por todo el recinto.
Las
voces no dejan de cantar. La trompeta desde el inicio extasiaba a la gente con la suavidad
de sus melodías; reggae y jazz conforman una amalgama prefecta de ritmos caribeños,
afroamericanos, latinos. Jamaica, Estados Unidos y Chile se unen el Frontón
México.
“Guerra”
da su inicio a las 21:25. El vocal da mensaje con respecto a lo que está
sucediendo en Palestina. “yo no quiero
ir a la guerra” es el mensaje convertido en canción. En este punto es claro que las raíces del reggae siguen centralizando parte de su discurso en los aspectos sociopolíticos
del mundo.
¡Viva
México! Dice el vocal, por consiguiente,
el público responde con gritos de júbilo. Son las 21:40 horas, un reggae Dub apacigua
la efervescencia del respetable; los instrumentos hacen del sonido un espacio
para sumergirse dentro de una fusión creada a partir de las notas musicales. La
trompeta de Pancho Contreras y el saxofón de Jorge “el Gato” Ramos pareciera
que siempre encuentran el momento adecuado para de resaltar entre los demás instrumentos. El
talento de ambos es simplemente un conquistador del tímpano.
Es
como si fuera una armonía mágica creada por la voz, los metales, el bajo,
teclado, percusiones, batería y guitarra. El fin es lanzar un hechizo
especifico, enfocado para hacer bailar una especie de danza antigua. Los
espectadores sin darse cuenta cierran los ojos y mueven el cuerpo al ritmo de
ese hechizo
El
trance terminó cuando la canción “Dime” hizo acto de presencia de forma cautelosa. El
ambiente se volvió romántico entre los colores verde y amarillo, el humo atenuado
por esas tonalidades envolvió al escenario. Las voces de las damas habidas entre el público se escucharon con mayor fuerza
“Aire
de Jah” es la siguiente del repertorio. Pasan del romanticismo a lo espiritual.
“esta polución me va a matar si no respiro aire de Jah” es el coro principal de la rola. La gente se une con aplausos
sincronizados, el ritmo entre las palmas de las manos es en su mayoría de
tiempo corto, pero dados en varias secuencias de un solo choque.
Como
dato curioso, la palabra Jah es el diminutivo de la palabra Jehová misma que proviene
de YaHWeH palabra hebrea que significa “Yo soy”, a su vez esta deriva de la
unión de las consonantes YHWH a la cual se le introdujeron las vocales: a y e
para conformar una pronunciación y así poder nombrar al Dios judeocristiano. Además,
Jah es el nombre con el cual los antiguos etíopes se referían a la misma deidad,
hasta la fecha muchas canciones de reggae hacen referencia al Dios hebreo con
ese nombre.
Son
las 22 horas en punto. El vocalista procede a presentar a los integrantes de la banda. En ese momento se entendía que era el fin de la presentación. Luego para calmar el breve desanimo continuaron con la rola "Mi
princesa". ¿Seguimos
cantando? ¿Cuál quieren que toquemos? Preguntó el vocalista en repetidas veces. Los
gritos no dejaban descifrar a la elegida. Por consiguiente, comienzan a tocar la de “Piénsame”. Supongo, fue la que
Maxi Vargas alcanzó a distinguir entre las múltiples voces ahora en completa
discordancia.
Para concluir
la noche, Maxi llamó a I-Locks Labbe, bajista de la agrupación. Con voz
relajada, pero que al mismo tiempo develaba mucha alegría y orgullo, el musico, comenzó a
dar los agradecimientos y a compartir una pequeña historia sobre los inicios de
la banda. Sin dejar de resaltar la reflexión que fue la introducción de la última
rola.
“nuestra
carrera ha sido sustentada, apoyada por ustedes. Muchísimas gracias. Siento un
gran aprecio por el apoyo, sinceramente estamos en la etapa de solo querer agradecer,
la estamos pasando tan bien y agradecer a todos ustedes por el apoyo por el
soporte. Son 37 años que llevamos tocando. Cuando yo empecé esta banda era joven,
aunque no lo crean. La gente no daba un peso por Gondwana, si la verdad,
algunos hasta se burlaban, pero había una convicción tan clara en cuanto a la música
y a lo que queríamos comunicar, en cuanto a las letras, unidad, respeto y todo
lo que encierra a la música reggae, todo el mensaje que tiene que ver y que es
tan maravillosa y que hicimos parte nuestra. Porque Gondwana nace en una región
periférica de Santiago (capital de Chile) en una población olvidada, una población en la que no había mucha expectativa para la música de nosotros los jóvenes,
pero había una convicción clara de las capacidades que podíamos desarrollar. Creímos
Nuestros Sueños. Eso es muy importante. Creer en lo sueños, los sueños son para
completarlos. Nosotros somo la prueba fehaciente de los sueños se hacen
realidad”, concluyó el bajista. Por consiguiente, la
rola cuyo nombre ya fue revelado anuncia el fin de una noche inolvidable. Las expectativas
pasan a cuanto término. Ahora estoy convencido, que, aunque pasen 37 años nunca
es tarde para comenzar a trabajar en Nuestros Sueños y algún día poder
cumplirlos o en su defecto siquiera acariciarlos.
Son las 10:40 de la noche, el ambiente de fiesta continua en algunos bares de las calles aledañas. Algunos comercios de comida siguen trabajando. Los barrenderos de la CDMX acumulan por todos lados bolsas tamaño jumbo llenas de basura; rastros inorgánicos de la marcha gay.
Calles más adelante algunas prostitutas transgénero estaban
paradas en la esquina entre la calle Ponciano Arriaga y la avenida México-Tacuba. Esperaban, supongo, a su primer cliente de su recién iniciada jornada laboral; esto en las afueras de una cantina de nombre “Flor de Asturias” cuyo aspecto de mala muerte otorga
una impresión histórica y famosa a la fachada del lugar.
Caminar
por ese tramo hasta llegar al metro revolución me hizo sentir dentro un filme de
cine de ficheras o de la película protagonizada por Valentín Trujillo titulada “Perro
Callejero” o en la de la los “Panchitos”. Todas aquellas filmadas durante las décadas
de los 70s y 80s. Por fin había llegado a los andenes de tren.
La noche
la daba por concluida, estaba feliz porque el concierto estuvo chingón; puesto que cumplieron sus promesas, "Cahuita" sonó chido. Tranquilo por la razón de que el evento finalizó a buena hora y aliviado por la cercanía del
transporte. El vagón estaba casi vacío, los asientos en su mayoría desocupados, procedí a sentarme con la incertidumbre de no encontrar posiblemente
una combi que llevara al barrio.
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