Charlie Puth pisa por primera vez México y deja una huella en sus fans, acompañado de Kaia Lana, una artista mexicana en ascenso.
Concierto de Charlie Puth. |
Fue una tarde fría, con una larga fila esperando bajo la lluvia para entrar al Pepsi Center WTC. Fue hasta las seis con veinte que comenzó el acceso de una hilera de gente que daba vuelta a la cuadra hacia Insurgentes. La gente empapada sólo anhelaba una cosa: disfrutar de Charlie Puth y su música en vivo.
Algunos contaban con impermeables desechables, otros con bolsas para cubrirse, también estaban los que tenían un paraguas y al entrar tuvieron que dejarlo atrás, y otros tantos que no tenían nada con qué protegerse de las inclemencias del tiempo, y aún empapados, su emoción se notaba.
El evento decía comenzar a las siete de la noche, pero a esa hora el público aún no terminaba de ingresar al recinto, por lo que fue alrededor de media hora después que las luces en el interior se apagaron y la voz de Kaia Lana, la invitada de la noche, empezó a resonar.
Canciones como "Polaroid", "Amantes Astrales", "Vas a Querer", "Dejarte me lo debo a mí", entre otras, deleitaron a la audiencia, así como su personalidad, aún más cuando debido a fallas técnicas el micrófono dejó de sonar, pero ella jamás dejó de bailar. Su música tocó las fibras más sensibles cuando "Se me olvidó olvidarte", su colaboración con Lucero Mijares y Mijares, casi la lleva a las lágrimas.
Luego de media hora de Kaia, el escenario volvió a quedar vacío por el resto de la hora, y fue así como a las ocho con treinta y cinco de la noche por fin Charlie aparecía con un monólogo, haciendo que la espera valiera la pena cuando su voz y su presencia se sintieron al compás de "Charlie, be Quiet!".
Una lista de canciones le siguieron, con tres cambios de vestuario y, mucha aclamación del público, que coreó con mayor efusividad canciones como "I don't think that I like her", "We don't talk anymore", "No More Drama" , "Left and Right", "Stay", "Done For Me", y su último lanzamiento, "That's Not How This Works".
El artista parecía poner su corazón en cada una de las interpretaciones, pues algunos versos fueron incorporados en las canciones más conocidas, y su habilidad con el teclado fue demostrada, además de que no dejó pasar la oportunidad de decir "disfrutemos de la música" y de contar historias mientras la misma le acompañaba.
Llegó el momento de la despedida, a casi una hora de su comienzo, el cantante mencionó que "How Long" sería su última canción. Una interpretación que la audiencia cantó a todo volumen. Pero no dejarían ir a Puth tan fácil, pues su nombre comenzó a resonar con compás, logrando convencerlo para cantar "One Call Away".
El escenario volvía a estar vacío, pero las luces aún no se encendían y la emoción del público no terminaba. A unísono se escuchaba el nombre de la canción que marcó a toda la generación que estaba presente: "See You Again".
Casi dos minutos de petición para que Charlie apareciera solo en medio del escenario y empezara a sonar la melodía mientras sus manos se paseaban por el teclado. Un cierre demasiado emotivo, pues casi al final de la canción los demás instrumentos hicieron su trabajo.
Y así fue cómo, a pesar de la lluvia, el intenso viento, y del tiempo que se hizo esperar, Charlie Puth cerró su show con broche de oro. Al término de la melodía tan distintiva, las luces se encendieron y la palabra "Gracias" apareció en las pantallas, dando a entender que era hora de abandonar el recinto que, por dos horas, albergó a corazones ansiosos.
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