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El centro de Jocotitlán: la iluminación de un pueblo que enamora

Un pueblo con luz de día y de noche.

En el día

Jocotitlán, municipio perteneciente al Estado de México, vecino de Atlacomulco, Jiquipilco e Ixtlahuaca de Rayón, lugar que fue reconocido en 2013 como Ciudad Heroica por La Comisión de Ciudades Heroicas de la Asociación Nacional de Cronistas de Ciudades Mexicanas A.C. Palabra, cuya etimología contiene el significado de sus raíces indígenas: Xocotl: "fruta agridulce" y titlan: "entre", que juntas nombran un sito llamado: "Entre arboles de fruta acida o agridulce". Xocotitlan. 

Foto tomada por Daniel Miranda

Dentro de sus calles, con la clásica esencia de pueblo mágico, se encuentra el Templo de Jesús Nazareno, iglesia ubicada en el centro histórico y construida en el siglo XVI con vitrales alusivos a la vida de Cristo, que van desde su nacimiento hasta su ascensión. Monumento colonial que reúne a todo el pueblo en fechas importantes; tal vez, el punto central de acontecimientos políticos y religiosos, los cuales podrían permitir demostrar el alma desnuda de una población que mira el desarrollo con esperanza.

Foto tomada por Daniel Miranda.

De un lado, se encuentra el cerro de los frutos agrios o "Xocotépetl", un amigo y acompañante de toda vida del templo, que juntos han mirado la historia de Joco como un espectador que lo ve todo, pero que lo calla siempre. Sin dejar de mencionar al Cristo Rey, monumento que representa, según la página oficial del gobierno municipal, "la esencia de todos los habitantes", al ser una población altamente creyente. Sin embargo, ese Cristo, con sus brazos extendidos, pareciera que quisiera abrazar a todo el territorio, ya sea en sus momentos de dificultades y de dicha. 

Foto tomada por Daniel Miranda

En el centro, las decoraciones están presentes por todos lados: un árbol navideño con sus respectivos adornos, trineos, caminos de luces y otras figuras para la foto del recuerdo; no obstante, sin afanes de minimizar las decoraciones, que siempre son de esperarse en todo lugar de concurrencia publica en estas fechas, se encuentran a un lado los jardines y el quiosco, que a pesar de pertenecer a la misma temática, resalta por su creatividad, ingenio, esfuerzo y sobre todo por la habilidad de un solo hombre: Enrique Cruz, trabajador del ayuntamiento y habitante del pueblo.

Foto tomada por Daniel Miranda

Foto tomada por Daniel Miranda

Foto tomada por Daniel Miranda

Foto tomada por Daniel Miranda

Foto tomada por Daniel Miranda


Una decoración de ensueño que obtuvo sus merecidos reconocimientos, por parte de sus compañeros de trabajo y por el mismo presidente municipal, José Jesús Cedillo González. Enrique platica que es el primer año que el ayuntamiento se anima a hacerlo de forma más aventurada, al abarcar más espacios públicos que otros años. Sin dejar de mencionar que las casas fueron proporcionadas por cada área de la presidencia y diseñadas en un principio por el mismo Enrique, quien mostró el prototipo a sus compañeros para que posteriormente cada departamento se dedicara a elaborar dos casitas para acompañar al nacimiento ubicado en el quiosco.

Enrique, trabajador dedicado y apasionado a su oficio de jardinero, muestra señales de grandes satisfacciones a lo largo de su vida en cuanto a su trabajo se refiere, ya que él mismo platica que no es su única creación de este tipo, dando como testimonio las fotos que toma con su celular cuando termina algún trabajo, los cuales se pueden decir con toda franqueza: "son un arte", porque él puede adaptar el nacimiento a cualquier terreno que se le ponga enfrente, con fuente de agua, luces y decoraciones elaboradas con piedras grandes e incluso adaptar nacimientos con ese material dentro de interiores. 


Foto tomada por Daniel Miranda

Foto tomada por Daniel Miranda

Foto tomada por Daniel Miranda

Foto tomada por Daniel Miranda

En la noche

Por la noche, el pueblo se torna con más vida, a pesar de la poca gente que solo va a tomarse alguna foto o a comprar cohetes para terminar de despedir el año viejo. La estatua del Cristo Rey contempla gustosa la poca soledad que acompaña al centro histórico de Joco; por consiguiente, pareciera esperar con ansias esa soledad, porque bajo la oscuridad de la noche el monumento parece complacerse de mirar las luces de las casas, postes de luz e iluminación navideña que develan a todo el poblado y solo los que se detienen a caminar un rato por ahí, pueden confirmar esa belleza protegida por el cerro del Xocotépetl.

Foto tomada por Camila Sánchez Jiménez
Foto tomada por Camila Sánchez Jiménez

El nacimiento y sus jardines recién atendidos por Enrique claramente muestran o reproducen el cielo nocturno de los poblados más profundos del Estado de México; en otras palabras, las estrellas del cielo son totalmente visibles y numerosas, así como con cada foco expandido en los barandales de los jardines.

Jocotitlán, además de ser ciudad heroica, también es a consideración y opinión personal, pueblo mágico que tiene la capacidad de enamoramiento y atracción no solo turística, sino de buscar y encontrar un sentido de pertenencia que un pueblo protegido por su cerro puede otorgar. Cada mirada hacia sus calles, cada recorrido por el centro, avistamientos por sus escuelas, y sus espacios deportivos hacen viajar dentro de un cuento o novela de Juan Rulfo que le faltó escribir. 

   

Foto tomada por Camila Sánchez Jiménez

Foto tomada por Camila Sánchez Jiménez

Foto tomada por Camila Sánchez Jiménez




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