El mundo del cine es subjetivo. Guarda tantos simbolismos y emociones que, a lo largo de su existencia, se convirtió en el séptimo arte del hombre por detrás de expresiones literarias como la escritura y el teatro. Sin embargo, escrutar una obra fílmica puede llegar afectar a su propio director e incluso a peligrar su vida; eso fue lo que Pasolini encontró una tarde de noviembre en 1975.
Pier Paolo Pasolini, nacido el 5 de marzo de 1922 en Bolonia, durante la Italia monárquica, comenzó su gusto por la literatura poética a partir de los 7 años. Hijo de la profesora Sussana Colussi y del teniente Carlo Alberto Pasolini, quien fue reconocido por haberle salvado la vida al entonces dictador Benito Mussolini; Pasolini frecuentó una ideología de extrema izquierda y una cruda crítica que poseía sobre la sociedad de esos tiempos.
Pasolini frecuentaba la poesía durante su trayectoria académica, tanto así que a los 18 años entró al Colegio de Literatura de Bolonia, y un año después publicó sus primeros escritos dentro de la revista IL Setaccio. Sus recurrentes trabajos hablaban siempre sobre la iglesia y su relación con el Estado actual, los cuales los llamaba "las dos iglesias" por su recurrente relación con la Italia facista.
Escena de Pasolini dentro del filme Requiescant, 1976. Fuente: Gatopardo |
Aunque sus trabajos fueron interrumpidos cuando el ejército nazi ocupó su tierra natal durante la 2° Guerra Mundial, el futuro cineasta no dejó el relato por un buen tiempo. Sin embargo, una decadente Europa pasaba por malos momentos debido a las consecuencias de la post-guerra, por lo que Pasolini empezó a trabajar más en el séptimo arte.
Sus proyectos fílmicos más destacados fueron "El evangelio según San Mateo" y "Pajaritos y pajarracos", dos cintas de las cuales fueron producto de críticas de la comunidad religiosa por su buena adaptación. Sin embargo, su verdadera joya (la cual el cineasta calificaba con esa expresión) devino de una serie de largometrajes ancladas en una trilogía llamada "La Trilogía de la Vida". La última conformada de estas llamó mucho la atención; y no para bien.
Este último filme se titulaba "Saló o los 120 días de sodoma", un drama bélico que fue catalogado como innecesario, aborrecible y asqueante, sobre todo por parte de la industria. El trama trata sobre un grupo de cuatro hombres que secuestran a varios jóvenes para cometer actos de tortura, sadomasoquismo, coprofagia y demás repulsiones. Insinuado como una crítica social, el material fue vetado de varias naciones incluyendo su país de origen. Este filme formaría parte de otra trilogía creada por Pasolini bajo el título "La Trilogía de la Muerte"
Este trabajo fue el último del director, pues su cuerpo fue hallado en una playa de su natal Italia el 2 de noviembre de 1975. Su cadaver presentaba múltiples golpes, su rostro estaba totalmente desfigurado y sus genitales fueron destrozados al punto de ser "papilla" sobre el piso. El primer indicio relata que sufrió un asalto del cual arrebataron su propio Alfa Romeo y su vida misma. El atacante fue reconocido como el estafador Giussepe Pelosi y recibió una sentencia de tan solo 10 años.
Sin embargo, pasaron 30 años para que el supuesto agresor desmintiera su versión oficial. Según su nuevo testimonio, "tres hombres abordaron el auto del señor Pasolini tras haber terminado de tener relaciones con él en su auto. Fue arrinconado por estos mencionados y comenzaron a golpearlo brutalmente hasta la muerte". Pelosi contó también que usaron el propio auto del director para atropellarlo múltiples veces hasta destruir su cuerpo.
Tanto la familia del difunto productor como Pelosi convocaron a una nueva investigación, pero hasta el día de hoy no ha habido actualizaciones en el caso. Mucho se teoriza de su brutal asesinato; desde un supuesto secuestro sobre varias copias del filme "120 días de sodoma", del cual Pasolini nunca pagó hasta el matarlo por su simple ideología marxista y orientación sexual.
Su trayecto es intachable, pero la visión del propio italiano fue cruda y realista, tanto que cualquier inspiración lo adaptaba hasta el mínimo detalle más realista que pudiera mostrar (aunque significará una verdadera polémica). Pasolini no solo fue recordado como el "director depravado", sino también como el "homosexual" que fue asesinado por sus simples ideas.
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