De acuerdo a la Encuesta Nacional de Cultura Cívica, 73.3% de la población percibe a la condición social como la principal causa de discriminación, mientras que los grupos más vulnerables son las personas de piel morena, las y los indígenas y las mujeres.
El 1 de Marzo fue declarado por la Organización de las Naciones Unidas el Día de la Cero Discriminación con el fin de reafirmar los derechos humanos que posee cada persona sin importar su aspecto, origen, edad, religión, sexo, raza, orientación sexual, condición social o cualquier otro motivo.
En México hay 17 millones de indígenas (15% de la población total), 65 millones de mujeres y gran parte de las personas son de tez morena, por lo que resulta inadmisible que el racismo estructural vulnere y oprima en mayor medida a estos grupos sociales.
Entre las transgresiones está no ser aceptado en un trabajo a pesar de cumplir con el perfil, que se niegue algún servicio público básico como el sector salud o seguridad social, no ser admitido en alguna institución educativa, violencia físico-emocional, abusos por parte de autoridades, ser objeto de burlas y desprecio en espacios públicos como centros comerciales o de entretenimiento, etc…
El incumplimiento de los derechos humanos a raíz de la discriminación parte de un estigma y prejuicio socialmente construido que cohibe la posibilidad de una vida libre, sin embargo, la visibilización y conscientización del tema puede llevar a crear espacios para cuestionar y reflexionar, de manera que el discurso de opresión deje de ser reproducido y normalizado.
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