Jícaras en ofrenda chontal | Fotografía: Hafid León |
Durante las
celebraciones y ofrendas de los pueblos chontales, la presencia del pozol es
algo necesario, tanto por su valor ritual como por su valor alimenticio. El
pozol suele servirse en jícaras ahumadas, las cuales pueden ser esgrafiadas
para una mejor estilización. Hasta hace pocos años, se solía guardar varias
jícaras en la iglesia del pueblo para así tener muchas en caso de una fiesta
comunitaria, o si se iba a realizar una fiesta más privada éstas se pedían, se
limpiaban y, una vez utilizadas y lavadas nuevamente, se devolvían a la
iglesia. Sin embargo, con la entrada de
la “modernidad” a las comunidades, con su ideología donde lo que importa es la
utilidad y el desecho para una mayor ganancia monetaria, es que marca la era
del desechable.
Ahora lo que importa no es tener un recipiente que cualquiera puede fabricar y que, a su vez, pueda formar parte de la vida religiosa y artística; sino tener la facilidad de comprar un objeto que esté listo para usarse y ser desechado; donde el trabajo de fabricación, limpieza, almacenamiento y estilización desaparezca y venga todo por defecto, ofreciéndole a su productor una mayor ganancia monetaria por la masificación de su producto.
“¿Por qué tener jícaras, para qué lavarlas, para qué hacerlas, si puedes comprar vasos desechables y tirarlas cuando termines de usarlos?, al fin y al cabo sirven para lo mismo: beber”, piensan los defensores de los desechables. Pero no puede ser más errado este pensamiento, pues es uno que se enfoca en el utilitarismo y se ciega a ver lo profundo fuera de eso. ¿Qué significa entonces una jícara, que significa un vaso desechable?
Una jícara es el fruto –nunca mejor dicho- de un árbol, el cual vive naturalmente en su ecosistema, y es recolectado (el fruto) por las personas para ser usado como un recipiente y como parte de su vida. Esta jícara, ahora como un recipiente, será utilizada por años hasta ser botada y convertida en alimento, dentro de la tierra, para gusanos y microbios. Es decir, la jícara es un fruto que participa dentro de un ecosistema “equilibrado” –aunque ahora ese ecosistema esté desequilibrado por efectos del humano-, donde el ser recipiente es sólo uno momento más de este fruto dentro de su proceso de vida –nacimiento y muerte- natural.
Por otro lado, el vaso desechable es de una naturaleza contraria.
Es curioso saber el origen del plástico con el que es hecho, y es necesario para entender la naturaleza del vaso desechable. El plástico es el producto de un proceso industrial de refinamiento del petróleo, a su vez, el petróleo es el producto de milenios de transformación de materia orgánica, es decir, de cadáveres en lo profundo de la tierra. Estos cadáveres liquidificados son extraídos de sus tumbas para servir como mercancía que le consiga capital al capitalista. Convertido este cadáver en recipiente sólo es utilizado una vez y posteriormente se desecha –en las comunidades chontales, donde el servicio de recolección de basura es insuficiente, se suele tirar la basura en sus ríos y lagunas-, contaminando el ecosistema y desequilibrando el ambiente. Este vaso desechable, usado una vez en una fiesta, mantendrá su forma por años arrastrando la vida a la muerte.
Quizá debamos cambiar nuestro análisis, en lugar de pensar, ¿qué sirve cada uno?, debemos poner en cuestión, ¿a qué sirve cada uno? La respuesta es que mientras la jícara sirve a la vida, el vaso desechable sirve a la muerte. Entonces, ¿estamos dispuestos a desechar la recolección de las jícaras para abrazar la mortífera industrialización –inclúyase la industrialización de las jícaras-?
Quizá se ha abandonado la fiesta por la vida y el sagrado mundo por hacerle una ofrenda a la muerte capital.
5 Comentarios
Para reflexionar y despertar.
ResponderBorrarMuy buen punto, no solo en ámbitos cotidianos se ven estos cambios (uso de desechables en fiestas, reuniones) también las costumbres regionales han adoptado este tipo de material desechable, cambiando rasgos importantes de la misma cultura.
ResponderBorrarExcelente punto, es algo que se dejo de practicar por muchos años y hoy nuestro planeta lo reciente... Cambiemos los desechables por productos que nuestra flora nos brinda o por aquellos que podemos reciclar fácilmente.
ResponderBorrarImportante información... Felicidades
ResponderBorrarSon utensilios naturales y aparte le da buen sabor al café, es otro nivel de sabor.
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