Lo primero que se nos viene a la mente cuando hablamos sobre la CDMX es su basta riqueza cultural, social y deportiva. Cualquier foráneo ajeno a la capital podrá notar los enormes rascacielos, los imponentes monumentos que adornan las vialidades más transitadas y los estadios dónde cada fin de semana sus capitalinos gritan al unísono la palabra gol.
Pero así cómo existen estas maravillas, también la ciudad ha sido testigo de aparatosos accidentes donde lamentablemente han perdido la vida centenares de chilangos. Dichos momentos han ocasionado que existan en varias avenidas y calles de la urbe cruces de madera o metal, para recordar aquellas víctimas de la imprudencia de la gente.
Los llamados cenotafios se han vuelto una parte importante de la historia callejera de la ciudad, a pesar que aún no existe una regulación oficial para colocar estas cruces, eso no significa que vaya disminuyendo el uso de estas. Se estima que durante el 2019 se colocaron aproximadamente 478 cenotafios alrededor de la ciudad, informa la Secretaría de Movilidad capitalina.
Y no es para menos, en un país dónde los accidentes viales ocurren más de diez veces al día, la muerte se ha vuelto un constante factor. Es por eso que cada 2 de noviembre se pueden observar veladoras, flores y uno que otro objeto sobre estas cruces, que afirman muchos ciudadanos son puestas cerca de donde el difunto falleció, esto para poder guiar su alma al descanso eterno.
También es posible descubrir en esta selva de asfalto alguna que otra bicicleta pintada de blanco colgada cerca de una señal de tránsito o un poste de luz, estos objetos son reconocidos principalmente para indicar que un ciclista falleció en el lugar por culpa de algún automóvil o una unidad de transporte público.
Pero si creías que únicamente los podrías encontrar en la calle, estás completamente equivocado. El más (des)conocido lo podemos hallar en la primera sección del Bosque de Chapultepec, escondido entre la maleza y algunos árboles viejos, se localiza el Obelisco a los Niños Héroes, un pequeño cenotafio para recordar a los heroicos cadetes que dieron su vida durante la invasión estadounidense en 1843.
Foto: Pita Hernández
0 Comentarios