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| Foto: AFP |
El pasado fin de semana, Sudáfrica tuvo que retirar el uso de dos millones de vacunas contra COVID-19, debido a que en la elaboración de estas dosis fabricadas en Estados Unidos por la farmacéutica de Johnson & Johnson (J&J), se detectara que habían sido contaminadas y lo que podía ser altamente contraproducente con su aplicación.
Derivado de este comunicado realizado el pasado viernes, la Autoridad Reguladora de Productos Sanitarios de Sudáfrica (SAHPRA) informó que dichos lotes no serían usados. En Sudáfrica la vacuna producida por esta farmacéutica ha tenido múltiples problemas, pues tan solo en abril del presente año se detuvo su aplicación en la campaña de vacunación después de que se alertara que podía provocar trombosis.
Por su parte, la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) ha tomado ciertas acciones con las vacunas producidas en la planta de donde salieron estas dosis contaminadas; algunas han sido la liberación para la aplicación mientras que otras tantas han tenido que ser removidas por no cumplir con los estándares mínimos para su aplicación.
De acuerdo con la información publicada, no se tienen cifras exactas de cuántas dosis han tenido que ser removidas; no obstante, uno de los periódicos más importantes en Estados Unidos como lo es The New York Times, ha mencionado que las dosis no aptas ascenderían a 60 millones.
Mientras tanto, la ministra sudafricana de salud, Mmamoloko Kubayi-Ngubane, informó este sábado que el evento ha causado un problema en la campaña de vacunación que mantiene el gobierno, así mismo comentó que los lotes contaminados se encuentran almacenados en un laboratorio de Port Elizabeth.
Estos lotes (contaminados) no se han utilizado. Así que creo que los ciudadanos sudafricanos no deberían entrar en pánico y lo que recibamos y usemos será aprobado", informó la ministra debido a que aumentó la preocupación de los ciudadanos sudafricanos.
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