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| Foto: AP |
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, ha amenazado con
hacer uso de las fuerzas armadas para restablecer la movilidad en los
diferentes estados del país, ya que desde su perspectiva las restricciones de
movilidad para reducir los casos de contagio en el país, atentan directamente
contra la Constitución y, de provocar revueltas, no dudará en usar a las fuerzas
federales.
Las medidas implementadas por los gobernadores y alcaldes de
las ciudades tienen un respaldo por parte del Tribunal Supremo Federal de
Brasil, que desde abril del año pasado falló a favor de que los funcionarios de
los gobiernos locales adopten medidas restrictivas durante la pandemia.
Sin embargo, esto ha molestado al presidente Bolsonaro, entendiendo
que él parte del grupo de políticos que no creen en la COVID-19, esto a pesar
de que Brasil es uno de los países más afectados por la enfermedad, misma que hace
unas semanas provocó una crisis en la infraestructura hospitalaria que no se da
abasto para atender a las personas infectadas con el virus.
Bolsonaro manifestó a través de sus redes sociales que “cada vez más la población se está quedando sin trabajo, ingresos y medios de subsistencia. El caos llama a la puerta de los brasileños. Pregunte qué podemos hacer cada uno por Brasil y su libertad y prepárate.
Es por ello que el pasado viernes, recalcó que en caso de
que se provoque el “caos” en el país por las medidas contra el COVID-19, tiene
el plan de “cómo entrar al campo”, dicho plan involucra desplegar a las fuerzas
armadas para reestablecer la libre movilidad enmarcada en el artículo 5to de la
Constitución, amenazando que él es el comandante supremo de las fuerzas armadas
y “su ejército” hará lo necesario.
"Estoy junto a los 23 ministros hablando de eso: ¿Qué hacer si se produce un caos generalizado en Brasil? Por el hambre, por la forma cobarde que algunos quieren imponer estas medidas restrictivas para que la gente se quede adentro (de sus casas). El caldo no se derramó el año pasado debido a la ayuda de emergencia”, manifestó.
Derivado de estos comentarios, varios analistas, así como
críticos del presidente ultraderechista, expresaron una creciente preocupación,
ya que afirman que Bolsonaro trata de controlar las cosas como cuando el país
estaba bajo una dictadura militar, misma que duró más de 20 años, por ello
consideran que podría no ser una amenaza vacía y realmente cumplirse.
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