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Foto: Reuters |
El pasado miércoles, el Tribunal Supremo de Malasia dio luz
verde para un requerimiento de extradición por parte del gobierno de Estados
Unidos, el cual se giró contra el empresario norcoreano Mun
Chol-myong y tras dar a conocer la decisión, el gobierno de Corea del Norte ha
decidido romper relaciones diplomáticas con Malasia.
En tanto, Corea del Norte reafirma dicha acción debido a que
considera que Malasia ha "entregado por la fuerza a un ciudadano inocente
norcoreano a Estados Unidos”, mismo que no cometió ningún delito y se encontraba
desarrollando "actividades legítimas de comercio exterior en
Singapur". No obstante, Mun Chol
Myong tenía cargos por violar las sanciones impuestas por la ONU, tráfico de mercancías
no permitidas, así como lavado de dinero.
Es por ello que el Ministerio de Exteriores anunció, a través
de un texto que publicó KCNA, “la total ruptura de relaciones diplomáticas
con Malasia, que ha cometido un enorme acto hostil contra la RPDC, subordinado
por la presión de EEUU”. Por consiguiente, Corea del Norte ha dicho que todos
los que estuvieron detrás de esta deportación pagarán las acciones cometidas
contra el régimen.
Este suceso se suma a una serie de diversos movimientos en
el escenario político asiático, mismo que imponen un reto a la administración
del presidente estadounidense Joe Biden, recordando que el mejoramiento de la
relaciones con China no ha sido del todo fructífero y esta extradición de un
ciudadano norcoreano dista de mejorar las relaciones Estados Unidos-Corea del
Norte, donde este último tampoco había respondido los intentos de comunicación
del presidente Biden.
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