Foto por: eruportal.com
Dentro del mundo cosmético existen muchas herramientas para la aplicación del maquillaje, pero sin duda alguna las brochas son esenciales dentro de un kit. Ver tantas brochas puede llegar a estresar un poco y a veces no tenemos claro la función de cada una o si es el tamaño adecuado para el trabajo que queremos realizar.
A continuación, te mostraré algunas de las brochas más comunes, según el área que le corresponde y el uso sugerido; además, los cuidados y limpieza que debes tener con esta herramienta.
Recuerda usar aquella con la que te sientas más cómoda y segura.
Rostro
1. Brocha para base
Depende del acabado que quieras conseguir, pero la brocha lengua de gato es la mejor opción. Es muy versátil y se consigue la máxima cobertura de maquillaje en el rostro.
Cortesía de Andrea
2. Polvos, bronceador y rubor
La clásica brocha de pelo suelto puede utilizarse para todo tipo de polvos. Es muy accesible y los dos tamaños que pueden funcionarte son el grande (polvos) y la pequeña (rubor).
Cortesía de appointfix.com
3. Corrector
Realmente no hay una brocha en específico para esta zona. Se recomienda utilizar cualquier tipo de brocha de pelo pequeña o incluso con el dedo.
Foto por: ilovemaquillaje.es
Sombras de ojos
1. Brocha difuminadora
Suelen tener el pelo más largo y no ser tan densas y depende del tipo de difuminado que quieras aplicar. Existen tres clasificaciones de este producto:
- Redonda y suelta: difuminado más rápido en zonas amplias.
- Aplastada: difuminado más preciso.
- Tipo boli: al terminar en punta permite aplicar las sombras de forma más concreta.
Cortesía de Almacén de la Mujer
2. Pincel delineador
Las dos brochas básicas recomendadas permiten realizar un delineado preciso.
- Pincel biselado: principiantes.
- Pincel fino: uso profesional.
Foto por: ilovemaquillaje.es
Labios
La forma es muy similar entre esta clasificación. Todos suelen ser planos y pequeños para delinear y rellenar los labios.
Foto por: vorana.com.mx
Limpieza
Se recomienda limpiarlas después de cada uso. El primer paso es dejarlas remojando en agua micelar y, posteriormente, lavarlas con jabón neutro hasta que el pigmento deje de salir.
Si no las usas frecuentemente, solo límpialas con un algodón y un poco de agua micelar; esto evitará que se acumule el pigmento y se mezclen los colores para el uso posterior.
Cortesía de Distrito Belleza
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