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| DW: made for minds |
Los ciudadanos de Myanmar continúan organizando jornadas masivas de protestas en las principales ciudades del país. Después del lunes 1 de febrero, el ejército dio un golpe de Estado y además declaró estado de emergencia durante un año, acusando al gobierno de Aung San Suu Kyi de fraude electoral en las elecciones del año pasado.
El golpe de estado representa un regreso a la dictadura a Myanmar, porque las elecciones del 2020 representaron una pérdida de su influencia del ejército dentro del gobierno
Tras el golpe de Estado, los opositores al gobierno militar, la mayoría jóvenes, se han organizado para realizar desobediencia social, esto lo han logrado gracias a las redes sociales. Los militares han decidido bloquear aplicaciones como Facebook, Instagram y WhatsApp, para evitar la rebeldía.
Durante las protestas se ha reportado gran represión por parte de las fuerzas armadas. También se denuncia que se utilizan balas reales para dispersar las manifestaciones y no balas de goma como informa el gobierno. Hasta ahora se reportan varios muertos y aproximadamente unos 1.200 detenidos desde el inicio de las protestas.
Los opositores durante las manifestaciones utilizan el saludo de los tres dedos haciendo referencia a la saga de libros “Los juegos del hambre”, recordando que su país vecino, Tailandia, lo utiliza para representar resistencia por parte de la población.
Por otra parte, la enviada de Naciones Unidas en Myanmar, Christine Schraner, reporta el aumento de violencia en el país mostrando imágenes donde los policías abusan de su poder para reprimir.
El Consejo de Seguridad realizó reuniones a puerta cerrada para discutir la situación de Myanmar y la reunión quedó lejos de condenar el golpe por la oposición de Rusia y China (es un gran aliado de la junta militar en Myanmar), que ven lo ocurrido como un "asunto interno" y tienen poder de veto en el consejo.
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