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Foto: AFP |
En Estados Unidos existe una tradición en la que los
expresidentes siguen recibiendo informes de inteligencia, esto en caso de que el
presidente en funciones requiera de un asesoramiento o consejo por parte de sus
antecesores para resolver alguna situación.
A pesar de que los expresidentes Jimmy Carter, Bill Clinton,
George W. Bush y Barack Obama siguen recibiendo estos informes, la Casa Blanca informó
esta semana que se encontraba analizando y revisando si el ex presidente Donald
Trump, quien enfrentara su segundo juicio político en el Senado y el cual empezará
el martes, debería recibir la información.
Adam B. Schiff, presidente del Comité de Inteligencia de la
Cámara, mencionó el mes pasado, en vísperas de la envestidura de Biden, que el
acceso de Trump a alguna información clasificada debería ser eliminado. Estos
comentarios no solo radican en los acontecimientos que sucedieron el 6 de enero,
también son acompañados por las formas en que Trump manejaba la información y
como la compartía.
Donald Trump en varias ocasiones manejó la información confidencial
sin ningún cuidado, un ejemplo de esto fue cuando, durante su administración, el
republicano fotografió una imagen clasificada, la cual había sido obtenida a través
de un satélite estadounidense, lo que dejó en claro que el manejo de la
información por parte de Trump era inescrupuloso y ponía a las agencias de
inteligencia en problemas.
En torno a esto, Biden comentó en una entrevista que tuvo para
CBS News que prefería no especular en voz alta sobre el voto que emitiría en el
juicio político que enfrentará Donald Trump y con respecto a los informes de
inteligencia mencionó que: “Sólo creo que no es necesario que tenga las
sesiones informativas de inteligencia. ¿Qué valor tiene darle una sesión
informativa de inteligencia? ¿Qué impacto tiene en absoluto, aparte del hecho
de que podría tener un descuido y decir algo?"
Aunque aún no existe un comunicado oficial de la Casa Blanca, las preocupaciones que varios políticos tienen acerca del suministro de estos informes a Trump siguen latentes, varios expertos y políticos (principalmente demócratas) han afirmado que podría usar la información clasificada a su favor, en lugar de beneficiar al país, por lo que dejarle el acceso sería contraproducente y sin un verdadero valor a favor de Estados Unidos.
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