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Cincinnati derrotó a Pittsburgh y completó de esta manera
un impredecible resultado. El marcador final fue de 27 puntos a 17 a favor de
los de Ohio. Mike Tomlin y sus pupilos encontraron más resistencia de la
esperada ante un rival divisional que, hasta antes de hoy, había ganado
únicamente dos partidos en todo el año. De esta manera, los Steelers hilan su tercera
derrota luego de iniciar la temporada con once triunfos consecutivos.
La primera mitad estuvo totalmente cargada del lado de los
Bengals. La defensiva del conjunto dirigido por Zac Taylor robó tres balones a
la ofensiva de “Big Ben”. La primera pifia de la escuadra de negro y amarillo
la ocasionó su comandante, Roethlisberger cometió un fumble que el frente
defensivo rival no desaprovechó. El segundo de ellos llegó cuando, tras una
recepción de Ju-Ju Smith-Schuster, un ala defensiva de Cincinnati le propinó un
duro golpe y provocó que el jugador soltara el ovoide, mismo que fue recuperado
por el número 50 Jordan Evans. El último intercambio de posesión se dio cuando
el mariscal de Pittsburgh lanzó un pase que terminó en las manos de Mackensie
Alexander.
A partir de los errores antes descritos el conjunto local consiguió
capitalizar 17 puntos, así, las escuadras se fueron a los vestidores, desde ese
momento los famosos “acereros” tenían que jugar prácticamente a la perfección
para poder remontar tal desventaja. Cuando el descanso terminó y los equipos
volvieron al terreno de juego los Steelers parecían estar enchufados, forzaron a
la ofensiva rival a despejar en un par de ocasiones e incluso consiguieron
anotar un touchdown y un gol de campo.
El barco de Pittsburgh parecía encontrar corriente
favorable para llevar el partido a buen puerto, pero llegó un vendaval llamado Ryan
Finley y sopló vientos en su contra. El QB de Cincinnati logró una anotación
por la vía terrestre luego de una sorprendente jugada de engaño.
El final del partido no pudo ser más cardiaco, pues con
poco más de dos minutos por jugar, el conjunto de Pensilvania tenía en sus manos
el empate, sin embargo, cuatro jugadas y cuatro pases fallados terminaron por
sellar uno de los resultados más imprevistos de la temporada. Los Steelers aún dependen
de sí mismos para ganar su división, lo único que deben hacer es ganar uno de
sus dos duelos restantes, el primero de éstos se dará el próximo domingo contra
los Colts y su temible defensiva, mientras que en el cierre de campaña deberán
visitar “la perrera más grande del mundo” y batirse contra los Cleveland Browns.
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