Protestas tras la aprobación de la Ley de Seguridad en Francia

Protestas en París contra la ley de seguridad. (Reuters)

En los últimos días, varias ciudades de Francia se han visto repletas de personas manifestando en contra la nueva Ley de Seguridad aprobada por la Asamblea Nacional. Lo que detonó las protestas es el controversial Artículo 24, que busca castigar con un año de cárcel y una multa de 45 euros a las personas que difundan imágenes “malintencionadas” o videos de las fuerzas policiales donde los agentes puedan ser identificados durante sus operaciones.

Esto se debe durante el año pasado la sociedad civil y las fuerzas armadas han tenido varios enfrentamientos, debido a las manifestaciones realizadas por los llamados chalecos amarrillos y los periodistas han fotografiado varios abusos a lo que el gobierno niega porque según los medios lo han sacado de contexto. El gobierno justifica este Articulo con la supuesta protección de los agentes de posibles amenazas a su persona, evitar odio a los agentes y en especial proteger a la policía de las redes sociales.

Los ciudadanos franceses ven esta ley como una limitación a su libertad de expresión y además que los casos de abuso de fuerza por parte de los agentes policiales quedarán impunes.

Los sectores que han convocado a las protestas son los partidos de izquierda, organizaciones defensoras de Derechos Humanos, asociaciones de periodistas y hasta los llamados chalecos amarrillos; estos ven la aprobación de la Ley de Seguridad como un giro radical al gobierno de Macron volviéndolo más autoritario.

Durante las protestas del fin de semana se han reportado varios enfrentamientos entre las fuerzas policiales y los manifestantes, principalmente en la ciudad de París, donde han llegado a la quema de automóviles y la policía ha utilizado gas lacrimógeno para dispersar.

Esta ley llega al mismo tiempo de que se han presentado imágenes de la última actuación policial violenta contra un productor musical de raza negra, Michel Zecler, durante un control el sábado pasado por no llevar máscara. Desató malestar de la población y el presidente Macron trató de tranquilizar con un mensaje de rechazo ante tales acciones de la policía, pero no fue de gran ayuda.

Siguen las tensiones dentro de Francia entre los manifestantes y las fuerzas policiales. Además, se continúa con el temor de que el gobierno siga con sus restricciones a la población que se ha visto muy afectada durante el mandato de Macron.