Por: Arón Miguel Hernández Martínez
Las elecciones de noviembre en Estados Unidos han estado
llenas de diferentes especulaciones por el rumbo que tomará el país. La carrera presidencial ha generado
reacciones en el tablero internacional y diversos países han estado activos
durante este proceso como Rusia, China e Irán, que tienen interés en saber
quién ganará.
Rusia tiene una
relación controversial con el presidente estadounidense desde su
candidatura en 2016, esto por la participación
que tuvo el Kremlin al estar involucrado en una serie de ciberataques que
orquestó contra la adversaria de Trump en aquella época. Ahora el panorama
se torna un tanto similar, debido a que Rusia tiene intereses en que Trump se
mantenga en el poder.
Principalmente Rusia no quiere que el candidato demócrata, Joe Biden, obtenga la presidencia pues fue de los principales promotores en
políticas contra Rusia en Ucrania cuando fue vicepresidente, por ello Andriy Derkach, quien es un
parlamentario ucraniano pro ruso, ha
estado difundiendo reclamos por corrupción con el fin de socavar la candidatura
de Biden y del partido demócrata.
Por otro lado China,
con quien Trump ha tenido una acérrima disputa comercial y de seguridad, ha
comenzado a moverse en contra de Trump en esta carrera por la presidencia,
debido a los constantes ataques hacia el
gigante asiático (Hong Kong, TikTok,
el estatus legal del mar de China meridional) y las políticas agresivas que ha
implementado Trump.
Recientemente Donald Trump arremetió en contra del país
asiático y lo hizo responsable de infectar al mundo con el Covid-19. Sin
embargo, el día de hoy Donald Trump confirmó dar positivo por Covid-19 lo cual
favorece a China y a Biden, mostrando la falta
de seriedad e interés por parte de Trump para ayudar a controlar la pandemia
traduciéndose en pérdida de popularidad y restarle votos en las elecciones.
Irán es otro de
los países que más ha estado atento al panorama electoral estadounidense. La administración de Trump ha sido
sumamente hostil en contra del país musulmán. Evitar que Trump gane podría
suponer una movida necesaria para que Irán alivie la presión que ha tenido por
parte de Estados Unidos el cual busca un cambio de régimen en el país.
Parte de esta estrategia se vio evidenciada durante el
debate del pasado martes, donde Twitter y el FBI eliminaron alrededor de
130 cuentas de procedencia iraní que buscaban interferir en la opinión
publica generada en torno al debate que se llevaba a cabo, fue infructífero y
no tuvo un escalado mayor en dicha red.
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