El Sevilla no fue un rival a modo, pues tomaron la ventaja apenas a los 13 minutos, con un gol del argentino Lucas Ocampos a través de la vía penal, pero 20 minutos minutos más tarde el marcador se empató con la anotación de Goretzka.
Sin duda la figura del partido fue Manuel Neuer, que salvó a los Bávaros en varias ocasiones con atajadas de primerísimo nivel.
Cabe recalcar que este partido se jugó con aficionados en las tribunas del Puskas Arena de Budapest; alrededor de 20.000 aficionados se hicieron presentes, poco menos del 30% de la capacidad del inmueble. Los asistentes tenían que respetar el distanciamiento social de metro y medio, usar mascarillas y someterse a un control de temperatura corporal a la entrada, sin embargo no todos respetaron las medidas por completo.
Este partido fue una prueba piloto para la UEFA, para así poder analizar el regreso de la afición a los estadios europeos.
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