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“Guapis”. O cómo una mala estrategia de publicidad puede dañar una película con un mensaje importante y encender la polémica.

 


Hace apenas unos días, Netflix anunció en sus plataformas el estreno de una de sus nuevas producciones originales, bajo el título en español de “Guapis” (Mignonnes, Maïmouna Doucouré, 2020), presentando un póster y una sinopsis que hicieron encender las alarmas debido a que, en palabras de diversos grupos, fomenta la pedofilia e incita la hipersexualización infantil.

 

De inmediato, las críticas comenzaron a fluir y el tema se volvió tending topic con los hashtags #NetflixPedofilia y #BoycottNetflix. Diversas peticiones se han hecho a través de change.org para exigir la cancelación de esta película. Una de las peticiones ha logrado 583,000 firmas, mientras que la versión en español ha llegado a 288,000 en sólo pocas horas.

 

“Esta película es asquerosa ya que sexualiza a niñas de 11 años para el placer visual de pedófilos y también influye negativamente en nuestros hijos. No hay necesidad de este tipo de contenido, sobre todo cuando el tráfico sexual y la pedofilia siguen ahí. No hay excusa, es contenido peligroso”, dice una. “Fue creada para el entretenimiento de adultos pedófilos”, señala otra.

 

Hasta ahí, es correcto encender las alarmas, sentir que debemos firmar las peticiones, exigir la cancelación de la película, denunciar a sus creadores y a Netflix por exponer a los menores al fomentar el tráfico sexual y dar carta blanca a “normalizar” la pedofilia.

 

Pero bastan un par de clics y un poco de sentido crítico para descubrir la realidad.

 

La única verdad es que nos hemos dejado llevar (nuevamente) por un una noticia sensacionalista y falsa (clickbait), provocada claramente por una pésima campaña publicitaria por parte de Netflix, una pésima elección de póster que, ese sí, explota el morbo y sexualiza a las niñas que protagonizan esta película.


(A la izquierda la publicidad de Netflix, a la derecha, el poster original)

 

La culpa es de los publicistas y de nadie más, a película no debería ser señalada. Mucho menos por quienes no la hemos visto y no tenemos ni idea de las intenciones de sus creadores. Los hechos distan mucho de la realidad. Netflix emitió un comunicado a manera de disculpa por estos hechos.



 

Ahora que la curiosidad nos ha atrapado, vale la pena saber de qué SÍ trata la película:

 

"Mignonnes" (traducida como "Cuties" en Estados Unidos y como "Guapis" en España y América Latina) es una cinta francesa dirigida por la realizadora Maïmouna Doucouré. Cuenta la historia de Amy, una niña de 11 años que vive en París con su familia, de origen senegalés y devotamente musulmana.

 

Amy y su familia viven en condiciones de precariedad, su mamá tiene un pensamiento profundamente religioso y respetuoso del Islam, pero sus creencias son llevadas a un límite al recibir la noticia de que su marido se casará por segunda vez y vendrá desde Senegal con una nueva esposa, con quien compartirá la recámara principal.

 

Ante la sociedad, Mariam, la mamá de Amy, acepta compartir la casa y celebra la boda de su esposo con otra mujer, pero en privado se autolesiona y se culpa por no haber sido “suficiente” para que su esposo no se casara de nuevo.

 

Amy, quien no quiere repetir la historia de su mamá, busca escapar de esa realidad al unirse a un grupo de niñas de su edad quienes bailan Twerking y aspiran a ganar una competencia de baile, a la vez, la niña va siendo consciente de su cuerpo al pasar de la niñez a la adolescencia y descubre que las fotos con poca ropa la comienzan a hacer popular en las redes sociales, entrando en una dinámica que provoca un colapso en su vida familiar y social, al retar los valores conservadores de su familia.


Cuties (Mignonnes, Maïmouna Doucouré, 2020)

 

La película ha recibido excelentes críticas y premios internacionales, entre los que destaca el Premio del Jurado por Mejor Dirección en el Festival de Cine de Sundance 2020 (La Meca del Cine Independiente).

 

En una entrevista publicada por el medio francésParis Match, comenta que la cinta tiene un mensaje completamente opuesto a lo que acusan las redes. En palabras de su directora (también francesa de origen senegalés), la película es (paradójicamente) “una crítica a la hipersexualización de la niñez y también al rigor del pensamiento extremadamente religioso. Es un grito de alarma.”


"Mi película es un grito de alarma"

 

“Se me ocurrió la idea después de ver en una fiesta de barrio a niñas de 11 años bailando de manera híper-lasciva. Me dije a mí misma: ‘¿Será que son conscientes del mensaje que están enviando?’. Lo que la película intenta mostrar es que a los 11 años todavía eres una niña y, por lo tanto, no puedes dar tu consentimiento” dijo.

 

“Con mis compañeras, nos gustaba ir a las ‘tardeadas’, discotecas abiertas durante el día para mayores de 15 años. Salvo que nosotras teníamos 11 o 12 años. Recuerdo que bailamos el raggamuffin, un baile muy sexual. La gran diferencia con la actualidad es la exposición a las redes sociales, que en ese entonces no existían y todo quedaba entre nosotros”.


 Maïmouna Doucouré, directora del film.


“Hoy, cuando eres mujer, es casi seguro que tendrás cientos de miles de seguidores siendo lo más sexual posible. A los 11, realmente no entiendes lo que eso significa, pero cuando ves que hay admiración por parte de tanta gente, caes en este mimetismo. Lo veo en Instagram. Chicas de 13 años que ponen fotos en ropa interior y que son seguidas por 400 mil personas”.

 

“Esto implica una nueva forma de construcción de la autoestima, muy frágil, basada en lo virtual, en el número de likes o de seguidores. “Mignonnes” es un grito de alarma. Y aún así, hay cosas que no me atreví a filmar. Para no asustar a los padres”, dijo.

 

“Creo que es importante preguntarnos sobre eso, sobre las herramientas que les damos a nuestras niñas para que se construyan. Hay que escucharlas y despertar su pensamiento crítico”, señaló.

 

Doucuré menciona que la película tiene una inclinación muy feminista inspirada en sus propias vivencias, al haber crecido en una casa con diez hermanos y con un padre que tenía dos esposas, viviendo todos en la misma casa. Muestra como la religión puede llevar a las mujeres a vivir un infierno personal mientras resisten por sus hijos, por su marido y por la esperanza de ser recompensadas en la siguiente vida. “Para muchos hombres, la femineidad es inversamente proporcional a la cantidad de neuronas disponibles. Pero lo que me preocupa más es que las niñas y las mujeres terminan ellas mismas por creer estas ideas y auto-inhibiéndose… En la ficción, podemos crear a nuestros personajes de manera que tengan un impacto positivo y realista sobre las nuevas generaciones”.

 

Después de conocer de qué trata la película… ¿quieres que se prohíba o esperas con ansias la fecha de su estreno?



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