Fuente: El Tiempo |
Sólo el 16.7% de 90 pacientes examinados, conservó, después de tres meses de haber sido infectados, un nivel alto de anticuerpos neutralizadores de COVID-19, de acuerdo con la universidad pública King’s College de Londres, Inglaterra. Lo anterior refuerza la teoría: en cuestión de meses, quienes hayan librado su batalla contra el virus, podrían infectarse nuevamente.
El estudio reveló que después de tres semanas del inicio de los síntomas, los anticuerpos capaces de combatir al virus alcanzaron su máximo nivel. El 60% de los análisis de sangre realizados a 90 pacientes y trabajadores de la salud de la fundación Guy’s y St Thomas, reflejó una respuesta de anticuerpos potente, no obstante, tres meses más tarde la situación sería diferente.
A new study by @kingsmedicine suggests coronavirus immunity may be short-term, as covered by @guardian @iansample. #WeareKings https://t.co/XOXRPG8hDt
— King's College London (@KingsCollegeLon) July 13, 2020
Para el 43.3% de las personas restantes, dicha reacción se habría debilitado, y algunos de ellos ni siquiera mostraron una cantidad de anticuerpos detectable, lo cual evidenció que dichos niveles cayeron hasta 23 veces más rápido durante este periodo.
Si la principal línea de defensa se ve expuesta, esto explicaría que, en estaciones específicas del año, al igual que una gripe, el virus ataque a sus antiguos huéspedes, por lo tanto, las vacunas sólo servirían de escudo durante un lapso similar al manifestado en el informe. La doctora Katie Doores, autora principal del estudio, mencionó que, en estos casos:
“las personas pueden necesitar un refuerzo y una sola toma podría no ser suficiente”.
La importancia de esta investigación radica en dos pilares fundamentales: la búsqueda de una inmunidad colectiva a largo plazo a través del desarrollo de una vacuna, y el enfoque de las medidas que cada uno de los gobiernos implementará en los escenarios futuros para evitar que las personas recuperadas reincidan en la cifra de contagios una y otra vez.
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