Recents in Beach

Los videojuegos son los nuevos Marilyn Manson.

Culpar a los videojuegos para no hacerse responsable 


Imagen de Info7

"Hoy es el día", anunció un niño de once años en un colegio de Torreón (Coahuila) antes de abrir fuego contra profesores y alumnos, sin distinción alguna. Ese día era viernes 10 de enero, día en que a causa del ataque hubieron cinco heridos, falleció una maestra y el mismo agresor se quitó la vida. Ese día, cámaras de televisión se juntaron alrededor de la escuela ver qué alcanzaban a ver y una elegante mesa se levantó para que el gobernador de Coahuila, Miguel Ángel Riquelme Solís, diera su opinión. Su irresponsabilidad, fue culpar a un videojuego llamado 'Natural Selection' y emprender una igualmente irresponsable campaña contra los videojuegos.


¿Qué tendría que ver este videojuego con lo sucedido en el Colegio Cervantes? Nada. Se trata de un videojuego creado en 2002 sobre cazar aliens y que tampoco fue tan popular porque sólo tuvo dos actualizaciones. Lo único que lo vincula al tiroteo, es su nombre, 'Natural Selection' porque esa era la leyenda que tenía la playera del niño cuando perpetró el ataque. Pidió permiso para llevarse su mochila al baño con el pretexto de cambiarse el pantalón, ahí se armó y se vistió: pantalón negro con tirantes negros y una playera con esa leyenda. Los medios malinformaron que el niño se había disfrazado de un personaje de videojuego, sin embargo tal personaje no existe. Pero sí existió alguien más que usaba ese mismo atuendo mientras perpetraba un ataque.


En 1999, las cámaras de televisión se enfocaban en la Preparatoria de Columbine, en Colorado, cuando dos jóvenes comenzaron un tiroteo escolar en el que murieron trece personas y veinticuatro resultaron heridas. Sus nombres eran Dylan Klebold y Eric Harris, quien en ese momento vestía con pantalón negro con tirantes negros y una playera con esa leyenda, 'Natural Selection'.


De ambos chicos se ha escrito e investigado mucho tras la masacre. Dylan era una persona sumamente depresiva que se dejaba llevar por las ideas de venganza de su amigo. Eric Harris era un joven violento con ideas neonazis. Tenía escritos donde decía que quería "arrancar una garganta con sus dientes" y advertía que un día todos se dejarían de burlar de él. "La venganza definitiva", decía. Ambos sufrían bullying por parte de sus compañeros de clase y pertenecían a familias que creían que los conocían, pero que dejaron pasar muchas señales, desde escritos y videos caseros sumamente violentos hasta el comportamiento errático y agresivo que fueron desarrollando.


En una ocasión, Eric escribió algo que sigue siendo una realidad para su país, Estados Unidos, hablando de cómo el fácil acceso a armas era favorable para los criminales: “Sería tan fácil llevar un arma cargada a la escuela como entrar a ella con una calculadora”, escribió. Y así fue.


Sin embargo, nadie quiso verlo. La sociedad estadounidense encontró un chivo expiatorio para culparle y evadir la realidad tan violenta: Marilyn Manson.


Mucho tiempo se creyó que Dylan y Eric estaban influenciados por Manson, cuando la realidad era que su gusto musical se inclinaba más por Rammstein y KMFDM, porque Manson se les hacía 'medio fresa'. Pero eso bastó para que se señalara al músico por "influenciar" a los chicos a ser violentos. Buscaban un villano, y Manson fue el blanco perfecto.


Tras varias acusaciones e incluso amenazas de muerte, el mismo músico ofreció entrevistas al respecto en un documental de Michael Moore llamado 'Bowling for Columbine'.










"Entiendo por qué me escogieron, es fácil ver mi rostro en la televisión porque al fin y al cabo soy lo que la gente teme, porque digo lo que quiero", dijo Manson en esa entrevista. Hay una parte donde Moore le pregunta qué le diría a los chicos de Columbine si los tuviera enfrente, a lo que él responde "Nada. Los escucharía y eso fue lo que nadie hizo".


Tenia razón. No hubo mucha preocupación por los medicamentos contra la depresión que tomaba Harris o por el hecho de que los materiales para dicha masacre estaban guardados en las habitaciones de ambos durante un año entero. Fue más fácil culpar a Manson, para quien la sombra de Columbine aún pesa y lo hizo redireccionar su carrera para siempre.


En el 2000, Manson dedicó un tema de su álbum 'Holy Wood' a las víctimas de los tiroteos, 'The Nobodies". Ese álbum le sirvió para descargar su rabia contra la sociedad que lo culpaba como responsable de la depravación de los jóvenes.







La realidad es que Manson no tiene ninguna culpa, ni siquiera Rammstein ni KMFDM. La responsabilidad era de la sociedad que dejó que Dylan y Eric tuvieran acceso a armas y entraran con ellas a la escuela como si fueran calculadoras.



En algún punto de la historia se culpó a Marilyn Manson del tiroteo en Columbine, así como ayer en Torreón se culparon a los videojuegos por un intento apresurado de buscar a quién o qué villanizar.


No sólo es el hecho de que la referencia estuviera mal hecha y la información dada por las autoridades de Coahuila fuera falsa, sino que fue simplista e irresponsable porque orilló a una campaña moral contra los videojuegos y alejó a las personas de la verdadera pregunta: ¿por qué un niño de once años tenía un arma?


Irresponsable porque en un país con un contexto tan violento, tan sacudido por la violencia del narcotrafico y con tantas secuelas por la guerra contra el narco de Calderón, los videojuegos son los últimos culpables. En un país donde no es tan importante la salud mental de los niños siempre que saquen buenas calificaciones.


No voy a juzgar a un niño, ni a las víctimas tan apresuradamente. Voy a juzgar a una sociedad que lo crió percibiendo gusto por el poder y la violencia. Gusto en ver sangre, porque una muestra de ello es que una de las búsquedas más frecuentes de Google respecto al tema son fotos del tiroteo.


El poder es violencia, y mientras se sigan criando personas que fantaseen con el poder, la violencia seguirá siendo una realidad dolorosa. Y México es tan violento que un niño de once años pudo conseguir dos armas.


Necesitamos menos conclusiones simplistas a problemas sistemáticos, y más empatía.

Publicar un comentario

0 Comentarios