Después de “El sueño de Lu”, “Despertar el polvo” y “Sunka Raku”, Hari Sama regresa con una nueva propuesta que redirecciona su carrera dentro del séptimo arte, pues esta vez lo hace con una película que apuesta por el guión, un uso amplio de la música y diversas temáticas controvertibles en una sola historia.
Este filme autobiográfico nos devela que la vida del ahora director, productor, guionista y actor, estuvo envuelta en una etapa la cual resulta ser un detonante para mostrar el verdadero rumbo que debería tomar su vida, principalmente en lo que a su orientación sexual respecta; pues fue una etapa complicada, en donde hablar de sexualidad abiertamente era mal visto y donde los esquemas sociales estaban muy bien definidos.
Hari Sama relata la historia de Carlos (Xaviani Ponce de León), un joven de 17 años, a quien ni la familia, ni sus amigos, lo hacen sentirse aceptado; es hasta que conoce a Rita (Ximena Romo), la hermana de su mejor amigo, que se vislumbra inquietud en Carlos y esta detona por completo cuando, junto con la banda de punk de Rita, llegan a un club clandestino al interior de la Ciudad de México. Ahí comienza a conocer y salir de la rutina hasta adentrarse en cuestiones que lo guiarán a encontrarse con quien realmente quiere ser.
No es fácil generar una referencia autobiográfica en uno de los contextos más difíciles de nuestra nación, donde imperaba el nepotismo y la censura a niveles inimaginables, eso sin olvidar que en todo el mundo se hablaba de una juventud revolucionaria con un movimiento que, si bien no se regía del todo, tenía bastante injerencia el arte y el intelecto como bases para generar el cambio colectivo que se buscaba.
Es una película que refleja el movimiento de contracultura en México, la influencia de los medios televisivos en los públicos mexicanos motivados por el deporte, el movimiento LGBT, la necesidad de libre expresión por parte de artistas emergentes, una Ciudad de México en un rápido crecimiento influenciado por Europa, principalmente ETS, rebeldía, el tan arraigado machismo; todos estos y más temas se tratan en una duración de 112 minutos y no se necesita ni más ni menos, pues resulta ser una cinta digerible con la que fácilmente podríamos sentirse identificado.
Es una película que refleja el movimiento de contracultura en México, la influencia de los medios televisivos en los públicos mexicanos motivados por el deporte, el movimiento LGBT, la necesidad de libre expresión por parte de artistas emergentes, una Ciudad de México en un rápido crecimiento influenciado por Europa, principalmente ETS, rebeldía, el tan arraigado machismo; todos estos y más temas se tratan en una duración de 112 minutos y no se necesita ni más ni menos, pues resulta ser una cinta digerible con la que fácilmente podríamos sentirse identificado.
Después de tener una respuesta positiva en el Festival de Cine de Sundance, Festival Internacional de Cine de Morelia y ahora en la taquilla mexicana, la película estará de estreno por otras partes del mundo como Estados Unidos y España; es un filme que, sin duda, vuelve a poner a Sama en los reflectores internacionales, haciendo promoción de su gran trabajo que, si bien no puede gustar a todos, sin duda te generará una reflexión personal y social.
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