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En las letras de: Julio Cortázar

Nace en Bruselas en 1914,  el propio Julio Florencio Cortázar relata los primeros años de su vida en una carta enviada desde París en 1963: 


 “Nací en Bruselas en agosto de 1914. Signo astrológico, Virgo; por consiguiente, asténico, tendencias intelectuales, mi planeta es Mercurio y mi color el gris (aunque en realidad me gusta el verde). Mi nacimiento fue un producto del turismo y la diplomacia; a mi padre lo incorporaron a una misión comercial cerca de la legación argentina en Bélgica, y como acababa de casarse se llevo a mi madre a Bruselas. Me tocó, nacer en los días de la ocupación de Bruselas por los alemanes, a comienzos de la primera guerra mundial. Tenía casi cuatro años cuando mi familia pudo volver a la Argentina; hablaba sobre todo francés, y de el me quedo la manera de pronunciar la «r», que nunca pude quitarme. Crecí en Banfield, pueblo suburbano de Buenos Aires, en una casa con un gran jardín lleno de gatos, perros, tortugas y cotorras: el paraíso. Pero en ese paraíso yo era Adán, en el sentido de que no guardo un recuerdo feliz de mi infancia; demasiadas servidumbres, una sensibilidad excesiva, una tristeza frecuente, asma, brazos rotos, primeros amores desesperados.”

En 1918, junto con su familia se instala en el suburbio bonaerense de Banfield. El padre abandona a la familia, y Julio Cortázar se cría con su madre, su hermana, su tía y su abuela. En 1923, el niño Cortázar ―a los nueve años― escribió su primera novela, además de poemas.

Durante años, el modo de sustento de Julio Cortázar provino de sus traducciones. Primero, en la prensa argentina, y posteriormente en la UNESCO, Cortázar se entregó a la labor con la misma intensidad que a la literatura. Tradujo a Gide, Chesterton, Daniel Defoe y Henry Bremond, pero el golpe de gracia vendría con las traducciones ―míticas ya― de la obra en prosa de Edgar Allan Poe y Memorias de Adriano, de Marguerite Yourcenar.
En 1961 comenzó sus viajes a Cuba, que le hicieron cambiar profundamente su visión política:

"La Revolución cubana me mostró entonces el gran vacío político que había en mí, mi inutilidad política".

-Julio Cortázar

En 1978 se separó de Ugné Karvelis y da a la imprenta un libro sobre pintura, Territorios. En 1979 publica Un tal Lucas. En 1980 se casa con Carol Dunlop, y desde una nueva visita a Nicaragua se compromete con la Revolución sandinista, además de conocer en Panamá a Omar Torrijos. Ese mismo año dicta unas conferencias en la universidad californiana de Berkeley, y publica el libro de cuentos Queremos tanto a Glenda.

Fiterrand le otorga la nacionalidad francesa el 24 de agosto de 1981; ese año le es diagnosticada una leucemia. En 1982, publica el volumen de relatos Deshoras y muere su esposa, Carol Dunlop, con quién coescribió Los autonautas de la cosmopista, que aparecerá al año siguiente, al igual que Nicaragua, tan violentamente dulce. Ese año viaja durante unos días a Argentina, y a La Habana.



En 1984, recibe la Orden de la Independencia Cultural Rubén Darío nicaragüense. El 12 de febrero, muere de leucemia y es enterrado junto a Carol Dunlop en el cementerio parisino de Montparnasse.

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