Juan Crisóstomo Ruiz de Nervo y
Ordaz, popularmente conocido como Amado Nervo nace en Tepic, Nayarit - en
ese entonces, Jalisco- un 27 de agosto de 1870 y murió el 24
de mayo de 1919, a los 48 años.
En 1891 estudió el Seminario,
pero la vida lo llevaría hacia las letras, estudiando periodismo, el cual
ejercería en la Ciudad de México hasta 1894. Durante algún tiempo fue
colaborador en revistas y diarios, entre los que destacan: la Revista Azul de
Manuel Gutiérrez Nájera, Revista Moderna, El Universal, El Mundo y El Nacional.
A lo largo de su vida sufriría
tres grandes pérdidas: una tras la muerte de su padre, teniendo Nervo 9 años,
otra a raíz del suicidio de su hermano, quien también escribía, y por último,
con la pérdida de Ana Cecilia, su más grande amor. Con ella compartió más de
diez años de su vida, su ausencia inspiró los versos de La amada inmóvil; texto cuyo contenido no fue dado a conocer sino
hasta la muerte del poeta.
Enviado por El Imparcial, viaja a
París en 1900, donde escribe: El éxodo y las flores del camino, Lira heroica,
Las voces y Poemas -1901-, en este viaje conoció a Rubén Darío.
Después de este viaje- que duró dos años- Amado Nervo se ocupó de la docencia en una Escuela Nacional Preparatoria y otros puestos diplomáticos tanto en México como en Uruguay, con los que viviría hasta su muerte en Montevideo, siendo sepultado después de seis meses- por el tiempo de traslado de su cuerpo a México- en la Rotonda de las Personas Ilustres.
A continuación uno de los poemas de Amado Nervo:
Me besaba mucho
Me besaba mucho, como si temiera
irse muy temprano... Su cariño era
inquieto, nervioso. Yo no comprendía
tan febril premura. Mi intención grosera
nunca vio muy lejos
¡Ella presentía!
Ella presentía que era corto el plazo,
que la vela herida por el latigazo
del viento, aguardaba ya..., y en su ansiedad
quería dejarme su alma en cada abrazo,
poner en sus besos una eternidad.
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